En un coleccionable del diario ABC en la cuaresma de 1995 fue publicada esta espléndida fotografía que nos muestra el paso del Traslado al Sepulcro en la Plaza del Duque poco antes de llegar a la carrera oficial, y que podemos datar en un Lunes Santo entre 1959 y los primeros años sesenta del pasado siglo, años en que la cofradía recorrió la plaza del Duque por su lado izquierdo, el más cercano a la Campana.

Observando la imagen, tenemos una panorámica completa y muy bien enmarcada desde una posición elevada de nuestro paso de misterio –que tras los cambios iniciales ya muestra la colocación de las imágenes tal como la conocemos actualmente, aunque la de Santa Marta queda totalmente ocultada por José de Arimatea– parado tras cruzar la calle Tarifa a pocos metros antes de girar hacia el palquillo del Consejo. Lo vemos rodeado de abundante público que lo contempla en esa zona donde se inician las sillas, escoltado por los manigueteros con sus túnicas de terciopelo negro y guantes, guardia civil y policía armada, así como en la delantera -a la derecha- figura el capataz desde la primera salida de la cofradía, D. Manuel Bejarano Rubio -del que se cumple este año el centenario de su nacimiento-, junto a su segundo D. Francisco Medina “El Kiki”, a su izquierda.

Es de resaltar el abundante exorno floral que lucía en aquella época todo el monte, la zona delantera de la Virgen y San Juan y todo el moldurón perimetral, compuesto exclusivamente a base de claveles rojos, que se completaba con una hilera de la misma flor sobre la mesa de las andas. La Santísima Virgen de las Penas luce la corona de espinas en sus manos y la misma saya blanca bordada de su primera salida, pero se le añade la toca de sobremanto de malla y encaje dorado que no llevó entonces. Los cuatro ángeles de las esquinas portan los incensarios réplicas del botafumeiro de Santiago de Compostela en vez de los atributos de la Pasión que tenían originariamente y que recuperaron en la década de los ochenta del pasado siglo. Detrás del paso aparece un acólito y se intuyen algunos de los primeros penitentes con cruz.

Una estampa sin duda hermosa de nuestra cofradía a los pocos años de la primera salida pero ya plenamente consolidada en la Semana Santa de nuestra ciudad, que bien puede corresponder a algunos de los cuatro años -1959 a 1962- en que en el recorrido de vuelta se pasaba por delante del hospital de la Santa Caridad. Un destacado y erudito cofrade de la época, José Luis de la Rosa, describió así aquella emotiva confluencia de arte y espiritualidad que se producía en las calles: “Fue un acierto que en los primeros años que salió la cofradía en Estación de Penitencia, ésta escogiera para su regreso el tránsito por el Hospital de la Santa Caridad de Sevilla, haciendo una breve parada ante su Iglesia de San Jorge. Allí frente a frente se ponían la Caridad de los hombres, que aleccionó Mañara, y la Caridad de Cristo; como si el famoso retablo de Simón de Pineda y Roldán se hubiera lanzado a la calle en locura de amor o movido de la santa envidia de deambular por las calles de Sevilla, para evangelizar del mejor modo, sembrando la Caridad de Dios”.

PARA SABER MÁS

• Boletín de la Hermandad de Santa Marta, nº 42, febrero de 1996, pp. 18-19: “La cofradía de Santa Marta” , comentario a la ilustración (descargar).
• Boletín de la Hermandad de Santa Marta, nº 74, febrero de 2009, pp. 74-75: “Santa Marta en las calles de Sevilla. Horarios e itinerarios de la Cofradía durante más de medio siglo” (descargar).
• ABC de Sevilla, cuaresma de 1995, coleccionable “Historia de las Cofradías de Sevilla”, capítulo 12.