Muchas veces es necesario conocer la realidad para comprenderla. Eso le ha ocurrido a un grupo de hermanos de Santa Marta que el viernes 31 de octubre visitamos la guardería “La Providencia” en el polígono sur.
Dirigida por las hermanas de María y Jesús y regentada por Fernando Castellanos da cabida a 160 niños de una zona muy degradada de Sevilla. Y no sólo da cabida sino que los forman como personas y, lo más importante, LES DAN DE COMER. Muchos de esos niños, o comen en la guardería o no comen. Algunos llegan con un bocadillo, pero con una sola rodaja de fiambre. A otros sus madres le echan agua a la leche para que dure más. Y otros aún estando enfermos vienen a la guardería para que ese día no les falte la comida.
Un drama a escasos metros de nuestras casas que conocimos un grupo de hermanos, pero que para los pequeños, entre 0 y 5 años, es un balón de oxígeno y de esperanza en el sueño de que hay algo más allá de las miserias que soportan cada día.
Santa Marta paga becas de alimentación a algunos de esos pequeños y en esta ocasión llevamos ropa y juguetes a los responsables de la guardería para que lo utilizasen o lo repartiesen entre los que no tienen.
Nuestro propósito es ahondar en esta colaboración insignificante para nosotros pero valiosísima para ellos. Todos los hermanos podemos aportar nuestro granito de arena para la alegría de estos niños.