Ya está disponible en la web la meditación pronunciada ante el Santísimo Cristo de la Caridad por D. Enrique Barrero Rodríguez en 2025.
La meditación de D. Enrique es un texto poético de altísimo nivel centrado en la imagen del Santísimo Cristo de la Caridad:
Padre Nuestro que estás, que estás dormido
sobre la blanca sábana sencilla
que a tu muerte de amor teje Sevilla
con gesto enamorado y sorprendido.
Sin embargo, contiene reflexiones rotundas sobre el mundo que nos ha tocado vivir:
Bien que me preocupa a mí.
Tengo, Señor, a mis hijos
y me aterra el mundo vano
que entre todos construimos.
Mundo en el que la palabra
cualquier valor ha perdido.
Mundo en el que la mentira
goza ya de más prestigio
que las verdades eternas
y el correcto raciocinio.
Lo llaman la posverdad,
para evitar el antiguo
nombre con el que llamarla
en buen román paladino.
La posverdad es mentira
y bien claro yo os lo digo.
Pobre y triste mundo el nuestro.
El cálculo sibilino
prefiere a los nobles muertos
la vileza de los vivos.
Mundo en el que todos piden
derechos, sin que un atisbo
de deber se les imponga,
de privación, compromiso.
Mundo de redes confusas
que hacen siempre caso omiso
de la verdad, y amplifican
frivolidades, descuidos,
satisfacción de los bajos
y más míseros instintos.
Superfluas banalidades
que carecen de sentido
ocupan nuestra rutina.
Vamos con ojos hundidos
en pantallas y teclados
sin la vista dirigirnos.
También tiene un apartado dedicado al misterio de nuestra hermandad:
Misterio de Santa Marta,
dentro del alma te guardo.
Así que pase la vida
y que transcurran los años,
la misma emoción desnuda,
el mismo pecho quebrado
cuando pasa tu cortejo
de negro y cíngulo blanco
y la voz de la campana
toca a duelo sin retardo.
No se olvida el meditador de Santa Marta:
Santa eterna de Betania, la que da nombre a tu Cofradía en el corazón y en la memoria de todos los cofrades de la ciudad.
Ni de Nuestra Señora de las Penas a la que le dedica dos sonetos:
No hay metáfora fiel que te defina.
Conjunción de azahar y jazmín leve.
Rayo esbelto de luz, copo de nieve
que derrama su amor en cada esquina.
¿Quién al mirar tu cara marfilina
absorto en tu dolor no se conmueve?
El templo se ha rasgado. Mira, llueve
sobre el alma una lluvia repentina.
¿Qué puedo yo decirte el Lunes Santo?
Déjame que te diga, Madre mía:
Como nubes que pasan son las Penas.
Déjame aquí aguardar, junto a tu llanto,
a que rompa la pena en alegría
y los lirios se vuelvan azucenas.
Y le dedica dos sonetos finales al Santísimo Cristo de la Caridad:
Aquí acabo, Señor. He pronunciado
palabras nada más, pero es sabido
que vierten las palabras al olvido
el cauce de sus ecos, derramado.
Haz real este lento recitado,
el sincero mensaje que he querido.
Vale más que cualquier verbo encendido
el silencio de Amor de tu costado.
Tú que en el monte cárdeno del lirio
el frágil equilibrio de la rosa
haces nacer, sin viento que lo parta,
más allá de tu muerte y tu martirio
danos tu Caridad en cada cosa,
mi sublime Señor de Santa Marta.
Estamos ante un texto que merece ser leído con detalle y que ya forma parte del acervo literario de nuestra hermandad.
D. Enrique Barrero es escritor, poeta y profesor en la Facultad de Derecho de la Universidad de Sevilla. Miembro del Excelentísimo Ateneo de Sevilla, a cuya junta directiva perteneció ocupando el cargo de Vicesecretario. Ha pronunciado diversos recitales poéticos y pregones y publicado varios libros y numerosos artículos en publicaciones de muy diversa naturaleza. Asimismo, ha sido galardonado con varios premios de poesía.
