Bien conoces Tú la historia, Madre y Señora de nuestras Penas, y en este tiempo pascual también de nuestras alegrías.
Fueron los jóvenes de nuestra Hermandad quienes hacen cerca de 50 años, promovieron un culto especialmente dedicado a Ti y que tuvo su origen en un ciclo de conferencias en la que participaron mariólogos y tanto seglares como sacerdotes. Tuvo su fin con un triduo en Tu honor en la redacción de las nuevas reglas.
Es por ello que quiero dirigirte esta Oración en nombre y por todos los jóvenes que llegaron a nuestra Hermandad.
Quiero pedirle a nuestra Virgen que nos conceda una Fe fuerte y grande para decir como Ella un sí rotundo a Dios; entregándonos ciegamente a que su voluntad se cumpla en nosotros y en todas las criaturas.
La Virgen con su sí no sólo pone de manifiesto su infinita confianza en Dios, sino que, además, pone de manifiesto su entrega.
Que nuestra Madre y Señora de las Penas nos guíe siempre por el camino de la verdad y de la vida en el Señor.
José Joaquín Gómez González
Ex Hermano Mayor