Pocas palabras, pero esenciales. Siempre en un segundo plano, pero imprescindible.
Conocemos las claves de su vida. Su papel fundamental en la historia de la Salvación. Marcada por su fe, por su fiat y por aceptar los designios de Dios y ensalzar su debilidad por los débiles.
Un sí, sin más. Sin condiciones. Una sola pregunta: sólo por saber qué tenía que hacer para que el plan de Dios se cumpliera. Ni dudas ni miedo. Y en marcha. Todo dispuesto para que el Hijo de Dios naciera y tuviera una familia.
Ain Karem, Belén, Egipto, Nazaret, Jerusalén… Donde Dios dispusiera. Y Caná. Aquí su única indicación: “Haced lo que Él os diga” (Jn. 2, 5).
Sé lo que necesitáis. Estoy atenta a vuestros desvelos, a vuestras preocupaciones, a vuestras necesidades, antes de que lo expreséis. Simplemente: “Haced lo que Él os diga”.
A veces es fácil, el sendero se abre nítido ante nuestros ojos; otras veces el camino se hace empinado y las dudas nos acechan, dejamos que las sombras nos atrapen, no se ajusta a lo que queremos: “Haced lo que Él os diga”.
La mejor forma de llegar al Señor es por María. Y ella siempre, apoyando, escuchando, entendiendo, acogiendo, mimando, acariciándonos, abrazando, nos dice: “Haced lo que Él os diga”.
Gracia, Ángeles, Reyes, Auxiliadora, del Coro, Esperanza, Dolores, Subterráneo, Antigua, Cinta, Regla, Mayor Dolor, Rosario, Angustias, Rocío o Penas… “Haced lo que Él os diga”.
N.ª H.ª D.ª Carmen Prieto García