La Hermandad Sacramental ha atesorado a lo largo de sus más de quinientos años de existencia ininterrumpida en la parroquia de San Andrés, a pesar de pérdidas irremediables atestiguadas por los inventarios antiguos, un amplio patrimonio artístico para el culto y reverencia a la Sagrada Eucaristía, cuyas piezas principales, que continúan en uso para el culto de nuestra Hermandad, detallamos de forma resumida:
Siglo XVI
La pieza más antigua del patrimonio de esta Hermandad es la elegante custodia de estilo manierista, decorada con esmaltes en su base, datable en torno a 1562, que es utilizada habitualmente en el culto semanal de todos los martes.
Custodia de 1562
Siglo XVII
Del pleno barroco puede datarse el excelente retablo de la capilla sacramental atribuido al ensamblador Bernardo Simón de Pineda, presidido por la hermosa escultura sedente de la Virgen del Rosario tallada por Valdés Leal, autor asimismo de las tablitas pictóricas con los misterios del rosario que lo rodean, así como de las pinturas murales de la cubierta de la capilla sacramental, fechándose todo ello en torno a 1668, año de la adjudicación a la Hermandad Sacramental de dicho recinto situado en la cabecera de la nave de la epístola del templo parroquial.
Capilla sacramental
En orfebrería tenemos las cuatro elegantes pértigas de plata -que acompañan actualmente al libro de Reglas en la cofradía-, y un hermoso relicario también de plata del apóstol San Andrés donado en 1690 a la Sacramental.
Pértigas de la sacramental acompañando al Libro de Reglas
Siglo XVIII
De esta centuria destacamos la Dolorosa de barro cocido y telas encoladas original de Cristóbal Ramos, que fue regalada a la corporación en 1783. De entre 1769 y 1775, datan las pequeñas efigies escultóricas del Niño Jesús y San Juan Bautista que fueron restauradas en 1818 por Juan de Astorga y en 2014 por Pedro Manzano.
En orfebrería, de este siglo es el rico ostensorio rococó obra de Blas Amat en 1758, -que se utiliza en los cultos solemnes del Corpus Christi- con un hermoso pelícano con sus polluelos en el nudo, y la inscripción: “Soi de la hermandad del SSmo. Sacramento de la parroquia del Sor. San Andrés de Sevilla. Se hizo año de 1758”. Además, el pectoral cincelado por el platero José Alexandre y Ezquerra, que suele lucir el pertiguero en los cultos, y el fabuloso sagrario de plata de ley repujado por Fernando Amat y Garay, generosamente sufragado y donado a la cofradía por las hermanas Manuela y Josefa Rodríguez Raygada en el año 1788.
En pintura, tenemos el lienzo del “Triunfo del Santísimo Sacramento” de la sala capitular, restaurado por Pedro Manzano en 2014, y los dos de pequeño formato de la Virgen del Rosario –trasuntos pictóricos del grupo escultórico del retablo, uno de los cuales, conocido popularmente bajo el sobrenombre de “La Enfermera”, se encuentra en la capilla del Sagrario y el otro era el óvalo del simpecado de gala del Rosario.
Siglo XIX
A este siglo pertenece el cuadro de San Caralampio situado sobre el arco de acceso a la capilla del Sagrado Corazón de Jesús, otro que copia una de las Inmaculadas de Murillo, de la sala capitular, los bordados del estandarte sacramental y otros varios enseres de orfebrería: varas de alcaldes, ciriales, candeleros, jarras, faroles de pie, bandejas, sacras, etc.
Pero, sin duda, la pieza principal es el portaviático en forma de pelícano, de plata sobredorada y adornado con esmeraldas, rubíes y puntas de diamantes, que fue labrado por Miguel Palomino en 1809, albergando en su interior un coponcito de oro entregado por la marquesa de Montefuerte. Era usado con regularidad en las Procesiones de Impedidos, la última vez fue en 1996, hace ahora veinticinco años.
Portaviático
Siglo XX
De este siglo destacamos el arca eucarística de metal plateado de estilo modernista simulando un templete clásico, para el monumento del Jueves Santo y el soberbio frontal de altar del Sagrario, diseñado y cincelado en plata por Cayetano González Gómez en 1930 bajo el mecenazgo de los condes de Bustillo, pieza utilizada en las dos visitas papales de San Juan Pablo II a nuestra ciudad: en 1982 en la sacristía instalada en el altar efímero el campo de la Feria, y en 1993, en el mismo lugar, como mesa de altar sobre la que se celebró la “Statio orbis” con que se clausuró el XLV Congreso Eucarístico Internacional.
Sagrario y frontal
Siglo XXI
Como última y más reciente incorporación al ajuar sacramental, reseñemos el nuevo Guión sacramental, con el que se inician las procesiones eucarísticas, bordado por Mariano Martín Santonja y estrenado en 2014 con motivo del V centenario, que vino a sustituir al anterior en desuso por su mal estado.