La importancia de la familia en la Iglesia y sociedad, el alcance de los graves problemas que le afectan en la actualidad y, sin embargo, el caudal de esperanza que puede aportar a nuestro mundo fueron las principales ideas que se expusieron en la segunda sesión del ciclo “Cristianismo y Sociedad” celebrada el viernes 23 de noviembre en nuestra Casa-Hermandad.
El matrimonio formado por D. Juan Manuel Granado y Dª María Dolores Sánchez Campa, Delegados de Familia y Vida del Arzobispado de Sevilla, expusieron la misión y el alcance de esa Delegación, cuya responsabilidad desempeñan desde hace siete años. El relativismo, el materialismo y el individualismo de nuestra sociedad contribuyen cada vez más a la debilidad progresiva del vínculo familiar y la desafección paulatina de la Iglesia, que son retos que, a veces, desbordan, a los responsables diocesanos, aunque hay motivos para la esperanza como, por ejemplo, los distintos C.O.F. (Centros de Orientación Familiar) que se van abriendo por toda la Diócesis.
Los representantes del primer C.O.F que se abrió en Sevilla en 1992, el de la Fundación Virgen de los Reyes, su Directora Dª Oliva Luque Pérez y su Vice-Presidente el Dr. Jaime Rodríguez Sacristán, expusieron muy a las claras el alcance desmesurado que ha alcanzado la problemática familiar, en especial las rupturas matrimoniales, que registran niveles alarmantes, y que dejan tras de sí una estela de problemas y sufrimientos sobre todo para niños y jóvenes. El tratar con cercanía a tantas personas sufrientes es un importante reto para toda la Iglesia, misión que intentar servir este C.O.F. desde una perspectiva cristiana basada en el amor de Jesús de Nazaret.
Por último una joven pareja del movimiento “Alianza”, dedicado a la formación prolongada de jóvenes para el matrimonio y la vida familiar expusieron la necesidad de afrontar una adecuada preparación para este Sacramento, por lo que supone de unión de un hombre y una mujer para toda la vida, y cómo muchas veces el conocimiento de los novios y las principales aspectos de la vida matrimonial se plantean de forma apresurada, cuando no inexistente, apareciendo los problemas con la convivencia diaria. La adecuada formación de los jóvenes es el mejor antídoto para evitar los fracasos matrimoniales y la desestructuración de tantas familias como vemos en la sociedad de nuestros días. El seguimiento de otros matrimonios con experiencia puede ayudar muchos a las parejas jóvenes en la aventura de construir nuevas familias para el mundo y la Iglesia.
Como conclusión de esta sesión formativa de nuestra Hermandad, los asistentes se llevaron el convencimiento de la tremenda importancia de la institución familiar, ya que el presente y el futuro del cristianismo se juega mucho o todo en este ámbito.