Un año nuevo

Han pasado varios meses desde el inicio del año y ya nos encontramos a las puertas de una nueva Cuaresma, el tiempo litúrgico que más ilusiona a todos los cofrades, tiempo de renovación y conversión personal como preparación de la Pascua de Resurrección, fundamento de nuestra fe.
Como dice la introducción a nuestras Reglas: “los hermanos procurarán ser testigos de la Resurrección del Señor, ya que la muerte y la sepultura de Jesús solo adquiere su pleno sentido en la firme esperanza de la Resurrección. Si Cristo no hubiera resucitado vana sería nuestra fe”.
Como dice la introducción a nuestras Reglas: “los hermanos procurarán ser testigos de la Resurrección del Señor, ya que la muerte y la sepultura de Jesús solo adquiere su pleno sentido en la firme esperanza de la Resurrección. Si Cristo no hubiera resucitado vana sería nuestra fe”.
Disfrutemos, pues, de este tiempo que llega y participemos como cristianos convencidos, junto con todos los hermanos, en todos los cultos de la Hermandad.
La Iglesia ha celebrado a finales de diciembre el día de la Sagrada Familia y, próximamente, lo hará con el Jubileo de las Familias en Roma, dentro de las actividades del Año Jubilar. La Hermandad se adelantó a realizar su día de la familia con una peregrinación a la ermita del Rocío, donde tuvo lugar una Misa de Hermandad y posteriormente una convivencia en la casa hermandad que nos cedió la hermandad de Villamanrique, y que disfrutamos más de ciento veinte hermanos. Fue un día memorable que, si Dios quiere, se repetirá los próximos años y que, por muchos que asistamos, siempre serán pocos. Os animo a que participéis en todos los actos que se organicen, del mismo modo que os animo a que asistáis a los actos y cultos habituales. De esta forma, demostraremos que la Hermandad está viva y cada día más unida.

En este año que acabamos de comenzar, la hermandad de Santa Marta celebrará dos importantes efemérides. En primer lugar, se cumplen veinticinco años de nuestro regreso a la parroquia de San Andrés, tras el largo periodo pasado en San Martín mientras nuestra parroquia se restauraba. Fueron cerca de once años de destierro, como decía nuestro añorado hermano Engelberto Salazar. Once largos años perdidos de nuestra historia y de nuestra vida que ya nunca volverían, tal y como escribía en el boletín de noviembre de 2000.
Aunque muchos de vosotros no conocisteis ese periodo de nuestra historia, ahora con la perspectiva que dan los años transcurridos, tengo que decir que no fueron años perdidos porque nos permitieron convivir con la entrañable hermandad de la Sagrada Lanzada, que se desvivió por hacernos nuestra estancia lo más agradable posible, cediéndonos sus instalaciones, sus enseres y sobre todo ofreciéndonos su amistad más desinteresada.
Por otra parte, también celebramos este año el setenta y cinco aniversario de la bendición de la imagen de Santa Marta. El 28 de julio de 1950 la talla de Sebastián Santos, que da nombre popularmente a nuestra Hermandad y que tanta devoción concita en nuestra ciudad, fue bendecida en la parroquia de San Bartolomé por el entonces párroco de la misma y director espiritual D. Francisco García Madueño, que tanto ayudó e impulsó a los hermanos fundadores en esos ya tan lejanos años.
Son dos hitos importantes que no podemos pasar por alto y que a lo largo del año se celebrarán convenientemente.
Tenemos por delante un año ilusionante en el que continuar con la dedicación y el trabajo constante como ha sido significativo de la hermandad de Santa Marta a lo largo de su historia.
Feliz año a todos. Os deseo una magnífica Cuaresma que espero compartamos en nuestro Quinario al Santísimo Cristo de la Caridad y en la Estación de Penitencia a la Santa Iglesia Catedral del próximo Lunes Santo.
