Testimonio del proyecto de emancipación

20 de noviembre de 2022

Con la intención de dar a conocer a fondo el Proyecto de Emancipación de Jóvenes de Santa Marta, llevado conjuntamente con el Hogar San José de la Montaña, hemos realizado una entrevista a Paola, una joven que ha estado residiendo en dicho Hogar durante tres años.

Paola es beneficiaria del proyecto y, desde su implantación, se le ha ayudado tanto social como laboralmente a la búsqueda activa de empleo y cursos de formación, los cuales le están permitiendo ampliar su conocimiento y experiencia, además de un crecimiento, tanto personal como laboral. Asimismo, se le está acompañando en las gestiones administrativas como, por ejemplo, matriculaciones, solicitudes de becas, etc.

El fin del Proyecto es que los jóvenes que participan en él puedan contar con las mismas oportunidades que el resto de iguales, favoreciendo así su inclusión social.

¿Qué ha significado para ti el Hogar de San José de la Montaña?

Sin duda, HOGAR es la mejor palabra para describir este lugar. San José de la Montaña es la oportunidad que todos los niños, como yo, merecemos para volver a ser feliz.

Por el empeño que ponen todas las personas que nos cuidan allí. Las madres, los educadores, el equipo técnico, los voluntarios, etc. Es increíble como personas que no son de tu sangre puedes sentirlas como familia.

Estaré toda mi vida agradecida a todas estas personas, por todo lo que han hecho por mí, por apoyarme cuando peor he estado, por alegrarse siempre de todo lo bueno que me pasa y, sobre todo, porque a pesar de que pasa el tiempo siguen ahí. Gracias a ellos, a día de hoy siento que soy la mejor versión de mí y me siento muy feliz.

Paola
Paola. Protagonista de la entrevista

¿Qué supuso para ti cumplir la mayoría de edad y tener que dejar el Hogar?

Realmente yo me fui antes de cumplir la mayoría de edad por mi propio pie (en plena pandemia) y es algo de lo que me arrepentiré toda la vida, porque si hubiera seguido en el Hogar, hubiera tenido muchas más oportunidades.

¿Qué dificultades has encontrado desde que cumpliste los 18 años?

Para mí lo más difícil es no poder estudiar por tener que trabajar. Aunque desde luego, el tiempo pasa y desde el Hogar y desde el Proyecto de Emancipación siempre están apoyándome para que estudie, intentando buscarme soluciones.

Perteneces al Proyecto de Emancipación de Jóvenes de Santa Marta, que se encarga de acompañaros en ese proceso de cambio. ¿Puedes decirnos en qué te ha ayudado este Proyecto?

Me han ayudado mucho con trámites administrativos, como por ejemplo la solicitud de becas o la solicitud de matrícula en bachillerato. Pero sobre todo el acompañamiento que hacen después, en mi caso, B.M. (psicóloga del Hogar) o A.B.P. (educadora y orientadora del Proyecto), han sido un gran apoyo. No han dejado en ningún momento de interesarse por mí y no puedo estar más agradecida con ellas.

Por eso es muy importante que acuda la mayor cantidad de gente posible a las comidas benéficas que realiza la Hermandad para recaudar fondos para el Proyecto, para poder darle continuidad a la labor que, desde la Hermandad de Santa Marta y desde el Hogar, se está llevando a cabo.

¿Qué consejos darías a otros chicos que se encuentran en centros de protección a punto de cumplir los 18?

Este momento es de los más difíciles de esta etapa, porque normalmente desde fuera mostramos esas ganas de salir y ser un poco más libres e independientes, pero realmente, por dentro, tenemos un cúmulo de sensaciones (miedos, incertidumbre, qué pasará, etc.)

Mi consejo sería que aprovechen al máximo todas las oportunidades que les brinde el Hogar, que escuchen, que pregunten todas sus dudas, pero, sobre todo, que confíen en las personas que tienen alrededor, que siempre van a buscar lo mejor para ellos.

Pero eso sí, y para mí lo más importante, en la vida nada llueve del cielo, es muy importante seguir esforzándose por construir un proyecto de vida. Hay que seguir fabricando escalones que nos permitan avanzar y poder crecer. No podemos quedarnos estancados. Que dejen los miedos a un lado, que no están solos. Es verdad que el Hogar es una gran ayuda, pero el esfuerzo tienen que hacerlo ellos mismos. Que pongan empeño en todo lo que les motive a seguir adelante y ser mejor.

Al final en la vida todo es la actitud, y si tienen una actitud de crecimiento van a llegar a donde ellos quieran.