El martes 17 de marzo ha sido repuesta al culto la imagen de Santa Marta. Estará expuesta en el Altar Mayor de San Andrés durante todo el día y podrá venerarse de 11,00 a 13,00 y de 18,00 a 21,30 h.
La imagen ha sido sometida a leves trabajos de mantenimiento y conservación para resanar pequeñas fisuras y pérdidas en la policromía.
Reproducimos a continuación un bello texto que N.H.D. José Luis Muñoz Alonso publicó en su blog Desde la manigueta aludiendo a la ausencia de nuestra Santa durante estos días.
La Santa en Triana
Desde la manigueta se ve casi toda la cofradía, y aquí, asido a ella, uno reflexiona sobre las cosas que pasan en nuestras hermandades.
No hay vacío en San Andrés. A pesar de que la Santa estará ausente unas semanas, a pesar de que no encontraremos su belleza arrebatadora justo frente a nosotros al entrar en la Capilla, no hay vacío, pues la Hermandad, que suele hacer tan bien las cosas, ha dispuesto que la serenidad armoniosa de la Virgen de las Penas ataviada de hebrea presida durante estos días el altar que normalmente ocupa Santa Marta.
Pero sí hay vacío en los corazones de los hermanos y en los numerosísimos devotos de la Santa. Llegar los martes a la Parroquia y no verla es demasiada condena. Sabemos que serán pocos días desde que se decidiera en Cabildo General esta intervención menor. Sabemos que está en el mejor de los hospitales, en la casa de Pureza de Pedro Manzano, en manos del mejor de los conservadores y restauradores. Sabemos que es necesario. Sabemos de la diligencia que la Hermandad tiene y ha tenido siempre en cuanto a la preservación y conservación de su patrimonio se refiere. Sabemos esperar… pero cuando la Santa de Betania ha conquistado tu corazón ya no podrás pasar sin ella ni unos días.
¡Qué dura se está haciendo esta media Cuaresma sin tenerte en casa! “Que no se borre la huella devocional”, dijeron sus hermanos al referirse a las muestras de cariño que la Santa tiene en su pie y que son el fiel reflejo de unas caricias y unos besos que llegan al alma. “Será poca cosa”, comentaban por Daoiz. Pero ninguno podía imaginar de qué manera se iba a notar su falta.
No hay vacío en San Andrés, pero la echamos de menos. Aunque, sinceramente, somos muchos los hermanos y devotos que vivimos a esta orilla del río y en verdad estamos encantados de saber que tenemos a Santa Marta a nuestro lado, como decía un hermano de responsabilidad en la Hermandad: “algunos tenemos la suerte de tenerla de vecina durante unos días, pasaremos a visitarla y le diremos que, aunque este es un buen barrio para vivir, no tarde en volver a casa”.
No hay vacío en San Andrés, pero sí en nuestros corazones, Santa Marta. Te esperamos pronto en casa.
José Luis Muñoz Alonso
Desde la manigueta

