Recé con mi Cristo

27 de marzo de 2021

La parroquia solo iluminada por las velas del altar, lirios, penumbra, silencio. La Virgen de las Penas fija su mirada en el cuerpo del Cristo de la Caridad cuyo brazo parece más abierto que nunca para acoger a quien a Él se acerca. Esto es lo que hemos encontrado los hermanos que hemos acudido a rezar y acompañar a nuestros titulares en esta Semana de Pasión tan atípica que hemos vivido.

Sentados alrededor de nuestros titulares, en pequeños grupos, hemos podido compartir el rezo de laudes o vísperas. Clavar nuestras miradas en el cuerpo vivo de nuestro Cristo muerto y sentir el consuelo de nuestra madre. Los salmos resuenan como saetas de amor:

"Aclama al Señor, tierra entera,
servid al Señor con alegría,
entrad en su presencia con vítores"

Después las peticiones. Íntimas, personales, sinceras. El Ángelus. Sentimos la presencia de Cristo, de María. Se reparten las rosas rojas que han escuchado nuestros rezos a los pies del Señor. En casa serán, durante unos días, el mejor recordatorio de ese tiempo que hemos pasado en paz, en presencia del Dios.

Más de 140 hermanos hemos acompañado a nuestros titulares en el presbiterio de San Andrés durante la Semana de Pasión rezando en pequeños grupos.

Este año no habrá Estación de Penitencia, pero Cristo habrá pasado por nuestras vidas una vez más recordándonos lo más importante, el amor de Dios, el sacrificio de su hijo y nuestro compromiso con Él y con nuestros hermanos.