Martes de Santa Marta

Hoy martes era el deseo de nuestra Hermandad cumplir con el precepto cristiano de rezar y celebrar la Sagrada Eucaristía por el alma de nuestro hermano Celestino. Pero no siempre nuestra voluntad coincide con la del Señor. Quizás no alcancemos a conocer el porqué de cuanto nos rodea, pero si cada día rezamos el Padrenuestro e invocamos el “… hágase Tu voluntad en la Tierra como en el cielo”, es el momento que, desde la fe, cumplamos su voluntad.

Igualmente, este martes hubiéramos iniciado el reparto de papeletas de sitio. Trámite burocrático que nos permite acceder a las naves del templo de San Andrés para disponernos a realizar nuestra Estación de Penitencia. Este año no podrá ser así, nuestra responsabilidad como institución viva en la sociedad nos exige vivir nuestra Semana Santa de una manera distinta. Por ello, accedamos con la papeleta de sitio de nuestra devoción a la oración y la reflexión que nos acerque al misterio de Jesús en su Traslado al Sepulcro.

Como cada martes, podemos leer y reflexionar sobre la cita evangélica de este martes:

EVANGELIO

Si cada cual no perdona a su hermano, tampoco el Padre os perdonará.

Lectura del santo Evangelio según san Mateo 18,21-35

En aquel tiempo, acercándose Pedro a Jesús le preguntó: «Señor, si mi hermano me ofende, ¿cuántas veces le tengo que perdonarlo? ¿Hasta siete veces?»

Jesús le contesta: «No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete. Por esto, se parece el reino de los cielos a un rey que quiso ajustar las cuentas con sus criados. Al empezar a ajustarlas, le presentaron uno que debía diez mil talentos. Como no tenía con qué pagar, el señor mandó que lo vendieran a él con su mujer y sus hijos y todas sus posesiones, y que pagara así.

El criado, arrojándose a sus pies, le suplicaba diciendo: "Ten paciencia conmigo, y te lo pagaré todo."

Se compadeció el señor de aquel criado y lo dejó marchar, perdonándole la deuda. Pero, al salir, el criado aquel encontró a uno de sus compañeros que le debía cien denarios y, agarrándolo, lo estrangulaba, diciendo: "Págame lo que me debes". El compañero, arrojándose a sus pies, le rogaba, diciendo: "Ten paciencia conmigo, y te lo pagaré." Pero él se negó y fue y lo metió en la cárcel hasta que pagara lo que debía. Sus compañeros, al ver lo ocurrido, quedaron consternados y fueron a contarle a su señor todo lo sucedido. Entonces el señor lo llamó y le dijo: "¡Siervo malvado! Toda aquella deuda te la perdoné porque me lo pediste. ¿No debías tú también tener compasión de tu compañero, como yo tuve compasión de ti?" Y el señor, indignado, lo entregó a los verdugos hasta que pagara toda la deuda. Lo mismo hará con vosotros mi Padre celestial, si cada cual no perdona de corazón a su hermano».

Palabra del Señor.

En la intimidad del hogar, tomemos un momento y, por intercesión de Santa Marta, pidamos al Santísimo Cristo de la Caridad por el alma de nuestro hermano Celestino, para que comparta la alegría de la Vida que no tiene fin.

Recemos por todas las personas que, desde el ámbito profesional o familiar, trabajan por el bienestar de las personas que han enfermado. Es la actitud que debe destacar en un cristiano, el servicio.

Muchas personas viven con la inquietud cierta del futuro de su trabajo. Seguro que lo vamos a pasar mal de nuevo y es ahora, más que nunca, cuando la solidaridad y la fraternidad deben ser lazos que nos unan. Vamos a pedir para que si perdemos nuestros puestos de trabajo lo recuperemos pronto y si no es así sepamos cómo ayudar a nuestros hermanos en tan difícil situación.

Como cada martes nos dirigimos a Santa Marta con su oración:

Gloriosa Virgen Santa Marta, una de las discípulas más amantes de Jesús, estuviste atenta en todo cuidado y asistencia y por ti misma preparaste el alimento y descanso posible al Redentor de la Vida, sin dejar de atender al negocio importante de tu salvación. Haz, pues, que el cumplimiento exacto de nuestros deberes sea el escalón por donde subamos a los descansos eternos. Amen. 

En la confianza de que poniéndonos en manos del Santísimo Cristo de la Caridad, superaremos todo trance y adversidad, os animo a tener confianza y no perder la esperanza.