Hace pocos meses fui nombrado por mi Obispo, D. Amadeo, Párroco de la Basílica de Santa María la Mayor de Linares. Casi lo primero que empecé celebrando fueron fiestas en honor a la Santísima Virgen María, pues aquí tenemos las imágenes de estas advocaciones: La Inmaculada, la Asunción, del Carmen, La Milagrosa, de Gracia, de los Dolores, La Amargura, la Paz y la Victoria. De todas, siete tienen Hermandad, Grupo Parroquial o Grupo de fieles que viven su devoción mariana en torno a estas advocaciones. Y si pensamos en todos Linares, la devoción a la Virgen en otras advocaciones puede triplicarse. Podemos decir que estamos en tierra de María. Igual que Andalucía y España es tierra de María. También Sevilla, de especial significación mariana, tiene para su alegría el contar con múltiples advocaciones marianas, para orgullo y devoción del pueblo de Dios. Este es el mejor camino para que el cristiano llegue a Jesús, nuestro Señor.
Me llega la invitación para hacer una pequeña semblanza de la Virgen, en la advocación de las Penas, de la Hermandad de Santa Marta. Cosa que hago con sumo gusto, aprovechando para pedir por toda esa feligresía, por la Cofradía y por el Sr. párroco, pastor de esa comunidad.
Esta advocación dolorosa de la Virgen María hace referencia al dolor, la tristeza, la preocupación y tiene recogida en su devoción todas estas situaciones que se dan entre los hermanos y hermanas de esta hermandad.
Pero estamos en tiempos de Pascua. ¿Mira esta Virgen dolorosa de las Penas a la Pascua?, ¿a la alegría del Resucitado? Plenamente. La Virgen de las Penas, llevada a lo más alto por el Resucitado, su Hijo, mira con rotundidad todas y cada una de las situaciones de angustia del hombre actual y nos ayuda a encontrar sentido desde la Resurrección.
María Santísima Nuestra Señora de las Penas es una imagen que vive en Pascua lo que ella misma se propuso como modelo de vida y que es cantado en el Magníficat:
Proclama mi alma
la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios,
mi salvador;
porque ha mirado la humillación
de su esclava.
Desde ahora me felicitarán
todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho
obras grandes por mí:
su nombre es santo,
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.
Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de la misericordia
–como lo había prometido a nuestros padres–
en favor de Abrahán
y su descendencia por siempre.
Esta es la Virgen María, esta es aquella a quien nos dirigimos. Esta es la Virgen de las Penas.
Esta es la Virgen que entiende nuestras preocupaciones sociales, y anima a los españoles y a los cristianos de todo el mundo cuando le presentamos nuestras primeras cinco preocupaciones:
1.- El paro
2.- Los problemas de índole económica
3.- La sanidad
4.- La corrupción y el fraude
5.- Los problemas políticos en general
1.- El hambre
2.- La desigualdad
3.- La contaminación
4.- El agua Potable
5.- Los conflictos bélicos
Si nosotros vemos los siete dolores de la Virgen, podemos encontrar también correspondencia en el mundo actual
Pero también la Virgen mira nuestro corazón y lo mismo que vivió y dio sentido a sus dolores (nosotros siempre hemos hablado de los siete dolores de la Virgen), desde ellos entiende los nuestros y a la luz de la Resurrección y su Cántico plenifica toda nuestra vida. Si nosotros vemos los siete dolores de la Virgen, podemos encontrar también correspondencia en el mundo actual:
1. La Profecía de Simeón o la Circuncisión de Cristo (Evangelio de Lucas 2, 32-35)
Muchos no han llegado a nacer para saber ya del dolor que puede producir este mundo, o si nos apuran, cuando se puede apagar nuestra vida podemos empezar a preocuparnos por el fin de esta sin que intervenga nuestro Dios.
2. La Huida a Egipto (Evangelio de Mateo 2, 13-15)
Hay en el mundo actual mas de 1.000 millones de personas que han tenido que migrar, la mayor de las veces buscando alimento o seguridad.
3. La Pérdida del Niño Jesús en el Templo (Evangelio de Lucas 2, 43-45)
Hay muchos niños perdidos, no como el Señor en el templo, sino por la mano criminal de muchas personas. Hay 352 millones de niños entre 5 y 17 años que trabajan en el mundo, 180 millones (uno de cada 12) lo hace en situaciones de explotación, enfrentándose a las peores formas de trabajo infantil. Esto significa que realizan trabajos peligrosos, son sometidos a esclavitud o trabajos forzados, son reclutados por grupos armados o son utilizados para su explotación sexual comercial o para realizar actividades ilegales. El 97% de ellos pertenecen a países en desarrollo.
4. Encuentro de María con Jesús en el Vía Crucis
España se ha sumado a Holanda, Bélgica, Luxemburgo, Canadá, Colombia y Nueva Zelanda, como los únicos siete países del mundo en despenalizar la eutanasia.
5. Crucifixión de Jesús (Evangelio de Juan 19, 17-39)
En 2019, Amnistía Internacional registró 657 ejecuciones repartidas en 20 países. La mayoría de las ejecuciones tuvieron lugar en China, Irán, Arabia Saudí, Irak y Egipto, por este orden. China siguió siendo el mayor ejecutor mundial, aunque se desconoce la verdadera magnitud del empleo de la pena de muerte en ese país, al estar clasificados los datos relacionados con ella como secreto de Estado; la cifra oficial de, al menos, 657 ejecuciones no incluyen las miles de ejecuciones que, presumiblemente, tuvieron lugar en China. Excluyendo a China, el 86% de las ejecuciones conocidas tuvieron lugar en tan sólo cuatro países: Arabia Saudí, Egipto, Irak e Irán.
6. Descendimiento de la Cruz (Evangelio de Marcos 15, 42-46)
Andrés López Ángeles, Pbro.
Si me llega el momento en que no pueda expresar mi voluntad acerca de los tratamientos médicos que se me vayan a aplicar, deseo y pido que esta Declaración sea considerada como expresión formal de mi voluntad, asumida de forma consciente, responsable y libre, y que sea respetada como documento de instrucciones previas, testamento vital, voluntades anticipadas o documento equivalente legalmente reconocido. Considero que la vida en este mundo es un don y una bendición de Dios, pero no es el valor supremo absoluto. Sé que la muerte es inevitable y pone fin a mi existencia terrena, pero desde la fe creo que me abre el camino a la vida que no se acaba, junto a Dios. (cf. declaración de instrucciones previas voluntades anticipadas CCE)
7. Entierro de Jesús (Evangelio de Juan 19, 40-42)
España registró 262.373 muertes durante el primer semestre del año pasado, que es la mayor mortalidad entre enero y junio desde que la serie histórica de la población comenzara en 1941 y ello fue debido a la primera ola de la pandemia del Covid-19, enfermedad causada por el último coronavirus. ¡Cuántas madres han visto morir a sus hijos o seres queridos…!
Encomiendo a la Virgen Santísima Nuestra Señora de las Penas que proteja a todos aquellos que sufren por cualquier causa.
Andrés López Ángeles, Pbro.
Párroco de la Basílica de Santa María (Linares, Jaen)