María es para los cristianos, además de la Madre del Salvador, nuestra propia madre. Consuelo de nuestras penas, espejo donde mirarnos, modelo de santidad, nuestro auxilio; qué relato más hermoso de sus virtudes son las jaculatorias del Rosario.
El mes de mayo de 2020 es y será para siempre un mes especial. Tras una Cuaresma, una Semana Santa y una Pascua de confinamiento, seguimos sin poder acercarnos a nuestras iglesias y capillas. Queremos sentir la mirada protectora de nuestra sagradas imágenes y en especial la de Nuestra Señora de las Penas, madre virginal a quien se consagra tradicionalmente el mes de mayo.
La hermandad quiere acercar a sus hermanos, fieles y devotos a nuestra madre a través de unas pequeñas reflexiones diarias escritas por sacerdotes que nos ayudan a rezar y querer aún más a la Santísima Virgen. Cada día del mes de mayo, se publicará una nueva reflexión que irá apareciendo en esta página. Os animamos a todos a dedicar unos minutos cada día a leerlas y sentir en nuestro corazón el cariño reconfortante de nuestra Madre.