Ain Karem

Miguel Andreu Fernández
Pregonero de las Glorias en 2017
19 de mayo de 2022

Aquellos que hemos tenido la suerte de ser peregrinos en Tierra Santa hemos visitado una pequeña localidad situada dentro de los límites municipales de Jerusalén que responde al nombre de Ain Karem, donde se encuentra la Iglesia de la Visitación, lugar hasta donde María peregrinó por ser la residencia de su prima Isabel y donde se establece el nacimiento de una de las oraciones más hermosas para el cristiano: el Magníficat.

Virgen capilla junio 2021

Ntra. Sra. de las Penas en la capilla.

En el momento del encuentro de las dos primas, los ojos de Isabel se iluminaron al ver a María, como presintiendo que una nueva gran hora había llegado. El no nacido aún Juan despertó, se llenó de vida y empezó su tarea. Realizó la más bella acción apostólica que ha hecho jamás un ser humano: anunciar a Dios moviéndose en el seno materno. E Isabel entendió aquello: era la pieza que hacía falta para que el rompecabezas se completara y se aclarara. María no tendría que explicar nada a su prima porque ya lo sabía todo. Dios se había anticipado a las difíciles explicaciones. «Dichosa tú, que has creído». Y María fue llamada dichosa, no solo por el hecho de ser futura Madre de Dios, sino por su fe.

Cuando alguien se profesa cristiano, lo que cree y cómo lo vive son dos esferas que están íntimamente unidas. Quien piense que «creer» es sólo profesar un credo religioso, adherirse a una religión o a unos dogmas, quizás tiene una pobre visión del término. Porque cuando se cree de verdad se empiezan a gustar las delicias con que Dios regala a las almas que le buscan con sinceridad.

La pedagogía de Dios es tan sabia que sabe impulsarnos, dándonos a saborear su felicidad -que es inmensa e incomparable- cuando de verdad somos fieles. Es un gozo que, sin casi quererlo, nos lleva a más, nos invita a entregarnos con más generosidad a la realización de un plan que va más allá de nuestra visión humana. Isabel reconoce en su prima esa felicidad porque ha creído, pero además porque en consecuencia, su vida ya no respondía a un plan trazado por ella, sino por su Señor.

Ella estaba también encinta ¿por qué era necesario un viaje en las condiciones de aquel tiempo? Sin duda alguna la respuesta era para llevar la alegría hasta la casa de su prima Isabel. Por esto, María es un claro ejemplo de lo que tiene y de lo que debe ser nuestra vida. Fieles y confiados a las obras que el Todopoderoso ha hecho en nosotros.

La que ha recibido el don más precioso de parte de Dios, como primer gesto de respuesta se pone en camino para servir y llevar a Jesús, para anunciar a Jesús, para evangelizar con el ser que ya crece en su vientre. Y así estamos llamados hoy, cada uno de nosotros, para anunciar el Evangelio y promover con alegría la cultura del encuentro. La Virgen María es, una vez más, nuestro mejor modelo a seguir e imitar.

La que ha recibido el don más precioso de parte de Dios, como primer gesto de respuesta se pone en camino para servir y llevar a Jesús, para anunciar a Jesús, para evangelizar con el ser que ya crece en su vientre

La visita de la Virgen a su prima Isabel, aun estando ya preñada de la gracia de Dios, nos ayuda a ver más de cerca a los que más necesitan: los más desamparados, los enfermos, los que no tienen con qué vivir, la gente de la calle, los que no conocen a Jesús, los que no saben de la ternura de la Virgen como Madre, los jóvenes que están mal orientados, los ancianos que se sienten abandonados, los que no tuvieron el derecho a nacer, los que caen en las redes de lo prohibido… Y por supuesto, los que hoy viven una guerra sin sentido, siendo los mayores perjudicados por la avaricia de los hombres poderosos.

Es difícil que no se deslicen, en este momento que vivimos, unas líneas cuando se piden desde la Hermandad de Santa Marta; una reflexión relativa a la inigualable acción social acometida en Ucrania. Permítanme que comparen la dureza del camino de la Virgen hasta llegar a la casa de su prima Isabel con la también dura peregrinación de unos buenos cristianos hasta el lugar más tristemente candente hoy día de Europa. Porque la Caridad de Cristo impulsa a acometer esta empresa y las Penas de su Madre serán menos penas al ver la cara de felicidad de los niños que han llegado desde el frío y la tristeza del este del viejo continente.

Miguel Andreu

D. Miguel Andreu.
Pregonero de las Glorias en 2017

Por ello, guiados por la caridad de Cristo, que no nos roben ¡nunca! la mirada de la Virgen de las Penas, que es una mirada de ternura y una mirada que nos fortalece desde dentro. Una mirada que debemos llevar como parte del Evangelio. Una mirada que nos hace fuertes, que nos hace hermanos, que nos hace solidarios. Una mirada que nos ayuda a mirar mejor a los demás, a encontrarnos frente a frente con las auténticas llagas de Jesucristo, a trabajar para ser mejores, más hermanos y más solidarios. Y sin miedos a emprender caminos difíciles en momentos duros, porque sabemos que servirán no solo para ayudar a los demás, ya de por sí importante, sino para anunciar la palabra de Dios con María como modelo de esta actitud espiritual, de este modo de ser y de caminar en la vida. Una sencilla muchacha de pueblo que lleva en el corazón toda la esperanza de Dios y en su seno, la esperanza de un Dios que se hará carne, que se hará hombre y que se hará historia al morir por todos nosotros.

Reflexiones sobre María 2023

Reflexiones sobre María 2022

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