Las procesiones con el Santísimo Sacramento en la custodia han sido otros de los cultos frecuentes que a lo largo de su historia ha celebrado la Hermandad Sacramental de San Andrés. En los siglos XVII, XVIII y XIX era usual que se celebraran dos, una el Domingo de Resurrección, tras la misa solemne de Pascua, y la otra el día de la Función Principal de Instituto el domingo infraoctavo del Corpus, generalmente por la tarde, como colofón de los cultos de este día tan principal para la hermandad.
Procesiones con el Santísimo Sacramento en la custodia
Las referencias más antiguas sobre estas procesiones las encontramos en las reglas de la Sacramental de 1684. Sobre la del Domingo de Resurrección señalan que se acudiría a la procesión “que haze como tenemos de costumbre”. Y sobre la fiesta principal, cuya fecha era “el Domingo mas inmediato al dia del Corpus”, determina que se festeje al Sacramento de la Eucaristía un día entero, “estando presente su Divina Magestad, por mañana y tarde”. Aunque no lo recoja textualmente, el celebrar la exposición del Santísimo Sacramento durante toda la jornada conllevaba que, al término de la misma, se concluyese con una solemne procesión con el Santísimo Sacramento, en muchas ocasiones por el exterior del templo parroquial, antes de la reserva.
Donación de la custodia procesional
Un hecho que influyó en el realce de esta procesión fue la donación en el año 1810 de una custodia de asiento para ser portada sobre unas andas o paso. Según recogen las actas: “el mayordomo informa que se había donado a la hermandad “la Custodia de madera plateada que fué del extinguido Combento de Mercenarios Descalzos (actual iglesia del Señor San José), de singular hechura, aunque necesitava de alguna composicion”, acordándose proceder a su arreglo”.
Así este año la función del Corpus fue el domingo 24 de junio, y concluyó con una procesión con tres pasos: la imagen de San Andrés de la cercana capilla del mismo nombre (hoy sede de la Hermandad de los Panaderos), la Virgen del Rosario de Monte-Sión (de gloria) y el Santísimo en la indicada custodia procesional que era novedad. La comitiva salió a las seis de la tarde y recorrió la feligresía.
Tenemos datos de 1815, en que la celebración de la fiesta principal comenzó desde la víspera, el sábado 27 de mayo, y tras una intensa jornada dominical concluyó con la procesión del Santísimo por la tarde, recorriendo las calles “por fuera de la iglesia, y alrededor de sus paredes”. Por los gastos ocasionados conocemos algunos detalles y participantes en la misma: catorce sacerdotes que asistieron, cinco cantollanistas por las horas, dos clarineros y un organista, el predicador, los refrescos, doce pequeños del conocido hospicio de los Niños Toribios, que iban vestidos con sobrepelliz y portaban cirios, veinte músicos militares, doce acólitos “de fuera”, muñidor y sacristán, veinte soldados, un sargento y un cabo del regimiento de Burgos; y, por último, “los mozos [costaleros] por llevar el paso, y diversos mandados”.
Anotemos al respecto que el gran manifestador dorado con el pelícano en su nudo que posee la Hermandad Sacramental, excelente obra de plata dorada de estilo barroco datada en el año de 1758 y atribuida al orfebre Blas José Amat, presenta en su base unos orificios que permiten ser fijado para ser procesionado en el interior de la citada custodia.
Procesiones eucarísticas en el siglo XIX
También consta que en 1820, en la mañana del domingo 25 de junio se celebró la función del Corpus y a las 7 de la tarde salió la procesión alrededor de la parroquia, y en 1822 la función fue el domingo 23 de junio, saliendo luego la procesión por las calles de la parroquia.
El año 1836, por circunstancias que desconocemos, la función de Corpus se celebró el 10 de julio, con exposición del Santísimo a las siete de la mañana, a las nueve y media la función solemne, “y se concluye con la procesión”. En 1838 la función del Corpus fue el 17 de junio con exposición del Santísimo por la mañana y la tarde. El orden de los cultos de la mañana fue: a las ocho prima, a las nueve y media la función, después “se cantará la hora de sexta, y terminará con la procesión”.
Otras procesiones de las que hay constancia son la del año 1852, en que el 14 de abril se organizó la procesión tras concluir el jubileo en San Andrés, recorriendo la feligresía, y la de 1884, que se celebró la procesión con el Santísimo “en la mañana del día de Pascua de Resurrección como previenen las Santas Reglas”.
De este tipo de procesión eucarística no hay constancia en el siglo XX, tomando una especial preponderancia en este siglo la Procesión de Impedidos y la asistencia al Corpus Christi.