“Una Iglesia separada del mundo no sirve para nada” afirmó don Antonio Calero en la segunda sesión de nuestra Aula de Formación Permanente dedicada este curso al tema de la vocación laical.
Esta ponencia abundó sobre la misión del laico en medio del mundo: “lo propio del laico es la índole secular”, amando al mundo (ecologismo) y a la humanidad (“tanto amó Dios al mundo que entregó a su propio Hijo”), pero siendo críticos con las “fuerzas contrarias al Reino de Dios”, es decir “amar al mundo como es pero no para dejarlo tal cual, sino para construir el reino de Dios ya en esta tierra”.
Abordó don Antonio que debemos tener una “simpatía crítica frente al “mundo”, leyendo un párrafo de la Carta a Diogneto (siglo III), que narra cómo ya entonces los cristianos se sentían parte de la sociedad aún cuando no compartían todos los usos y costumbres de la sociedad del momento.
La parte central de la disertación estuvo centrada en los “ámbitos en que los laicos deben estar presentes en el mundo”, según expresa admirablemente el documento Christifideles Laici en sus nº 36-44, exponiendo los siguientes:
- Promover la dignidad de la persona.
- Venerar el inviolable derecho a la vida.
- Libres para invocar el Nombre del Señor.
- La familia, primer campo en el compromiso social.
- La caridad, alma y apoyo de la solidaridad.
- Todos destinatarios y protagonistas de la política.
- Situar al hombre en el centro de la vida económico-social.
- Evangelizar la cultura y las culturas del hombre.
Puso de manifiesto el P. Calero la necesidad de caminar toda la sociedad hacia un “ecumenismo antropológico”, que gire, sobre todo, alrededor de la persona, poniendo de relieve las figuras de la Madre Teresa de Calcuta y de las Hermanas de la Cruz, aunque matizó que “la Iglesia no es una O.N.G.”, sino que actuamos a partir del amor a Cristo “que pasó haciendo el bien”, y los cristianos ejercemos una solidaridad desde la caridad.
La cuestión final, que quedó abierta para el debate, fue cómo “actuar “desde dentro”, “a modo de fermento”, si “con estructuras propias o insertos en estructuras ya existentes” en la sociedad.
El próximo viernes 10 de febrero, a las 20,30 horas, tendremos la tercera y última sesión de este ciclo formativo dedicado a “Redescubir la vocación laical”, que ofrecemos a todos nuestros hermanos como una ocasión para mejorar nuestra formación cristiana.