«Como novia que se adorna con sus joyas» (Is 61,10)
Concluimos el breve recorrido histórico sobre la celebración del Besamanos a la sagrada imagen de Nuestra Señora de las Penas, culto característico de la Hermandad de Santa Marta en la solemnidad de la Inmaculada Concepción.
Tras el regreso de la Hermandad al templo de San Andrés el 1 de diciembre de 2000, y la reapertura al culto el domingo día 3, el 7 y 8 de diciembre vuelven a celebrarse la Vigilia de la Inmaculada y el Besamanos a Nuestra Señora de las Penas en la fecha establecida en las Reglas, siendo el primer culto que celebró la Hermandad en el templo restaurado.
Como curiosidad, aquel año 2000 la Santísima Virgen estuvo expuesta en Besamanos en dos ocasiones, el Domingo de Pasión, 9 de abril, junto al Santísimo Cristo de la Caridad, y en la festividad de la Inmaculada Concepción. En los primeros años tras la vuelta a la parroquia, la alteración o ausencia de elementos característicos del templo de San Andrés desaparecidos tras el proceso de restauración, como la elegante escalinata y decoración del presbiterio, los púlpitos, así como las amplias alfombras rojas y las colgaduras de las columnas de la iglesia, hicieron que los montajes y exornos del Besamanos en esta periodo acusaran cierta frialdad y se alejaran del esplendor de priostía alcanzado en su primera etapa (1977-1988).
Como curiosidad, aquel año 2000 la Santísima Virgen estuvo expuesta en Besamanos en dos ocasiones
Sin embargo, el estreno de la saya bordada para Nuestra Señora de las Penas en el Besamanos del año 2001, realizada por José Ramón Paleteiro con unos bordados antiguos, y de la corona de plata sobredorada, novedad en el del año 2003, obra de Joaquín Ossorio donada por un grupo de hermanos, fueron hitos que contribuyeron a hermosear la imagen de nuestra Virgen titular y a presentarla en este día del 8 de diciembre cada vez más hermosa y atrayente para la devoción de los fieles y devotos.
Primeros años con la nueva saya de José Ramón Paleteiro
N.H.D. Luis Fernando presidiendo la Vigilia
En esta época la Vigilia fue presidida muchos años por el Director Espiritual, Rvdo. D. Luis Fernando Álvarez González, SDB, quien aportaba su amplia preparación litúrgica para solemnizar estas celebraciones en honor de la Virgen Inmaculada. Fruto de este espíritu fue la inclusión, a partir del año 2004, del rezo de Vísperas de la solemnidad de la Inmaculada, unidas a la celebración de la Eucaristía y al canto del Salve Regina, configurándose así el modelo celebrativo que ha llegado hasta nuestros días. Aquel año se realizó un sencillo cuadernillo para seguir la celebración, que en años sucesivos se continúa editado, cada vez con mayor esmero y belleza. Además, el cuidado acompañamiento musical que reviste la Vigilia de la Inmaculada hace que esta celebración sea un bello compendio de las mejores melodías de la liturgia y de la cultura cristiana para honrar a nuestra Madre.
En la última década el montaje y el exorno del Besamanos de la Virgen de las Penas ha ido tomando cada año una mayor empaque y elegancia artística, mejorándose progresivamente muchos de sus elementos y enseres para honrar a la Santísima Virgen. Digno es de mencionar los esmerados exornos florales que N.H.D. Javier Grado Ponce nos ofrece cada año en estas fechas de la Inmaculada para hermosear a Nuestra Madre de las Penas.
Bendición del manto en 2016 por Fray Juan Dobado
Destaquemos dos hechos que han realzado notablemente el besamanos de la Santísima Virgen en los últimos tiempos, como han sido el estreno en 2016 del manto azul bordado en oro para la sagrada imagen, pieza realizada por Artesanía Santa Bárbara según diseño de Sánchez de los Reyes, que fue bendecido en la Vigilia de aquel año, así como la recuperación del uso, tras su restauración en 2018, de los dos ángeles mancebos de la parroquia, excelentes obras del siglo XVII que ya figuraron aún en el deficiente estado en que encontraban en los primeros besamanos de los años 70 y 80, y que aportan toda su riqueza recobrada de talla y policromía para escoltar a la Santísima Virgen. Por último, en el besamanos de 2021 la Virgen lució la saya a juego con el manto estrenado en 2016, bordada en oro sobre terciopelo burdeos por Artesanía Santa Bárbara según diseño de Sánchez de los Reyes, componiendo un armonioso conjunto que embellece la imagen sagrada.
En definitiva, casi cinco décadas de amor y devoción de los hermanos de Santa Marta a nuestra Señora de las Penas, de entrega y preparación de las sucesivas Juntas de Gobierno y del esmerado y abnegado trabajo de los distintos Priostes y hermanos colaboradores como se han sucedido en todo este tiempo, que han hecho posible el poder acercarnos cada año a dejar el beso de nuestro amor en la mano de nuestra Madre del Cielo cuando, hermosa y engalanada “Como novia que se adorna con sus joyas” (Is 61,10), desciende al presbiterio de San Andrés para recibir el cariño y la veneración de sus hijos y devotos.
Besamanos del año 2019
Veneración del año 2021