La tarea de evangelizar en el mundo moderno

16 de enero de 2011

El viernes 14 de enero se inició con éxito un curso más nuestra Aula de Formación Permanente. El salón de nuestra Casa-Hermandad se llenó de nuevo de hermanos y personas interesadas en conocer más y mejor a nuestra Iglesia, en esta ocasión mediante el seminario programado bajo el título “Actualidad del Concilio Vaticano II (Tras más de cuatro décadas)”.

El ponente, D. José Mª Garrido Luceño, sacerdote, Doctor en Filosofía y Antropología y Profesor emérito de Filosofía en el Centro de Estudios Teológicos de Sevilla, abordó en esta sesión los elementos que dieron lugar al Concilio en la conferencia que tituló “La tarea de evangelizar en el mundo moderno”: aludiendo a la necesidad de evangelizar de la Iglesia desde que recibió el testigo tras la Resurrección y Ascensión de Jesús, y las características del mundo de finales del siglo XX y comienzos del XXI.

Así, se refirió a que evangelizar “se trata de anunciar el Evangelio, que es el misterio de Cristo, una acción compleja”. “Evangelizar significa para la Iglesia llevar la buena nueva a todos los ambientes de la humanidad, y con su influjo transformarla desde dentro. Un servicio a la misma humanidad”, afirmando que “el primer evangelizador fue Jesús de Nazaret”. Añadió que la finalidad de la evangelización “es el cambio interior (metanoia) de la conciencia individual y colectiva, transformar los criterios de juicio, los valores, las líneas de pensamiento, los modelos de vida, en resumen, transformar las culturas desde dentro y de raíz”.

“La evangelización es obligatoria para la Iglesia, que debe tomar el relevo de Jesús; para San Pablo además era una necesidad”. En cuanto a los destinatarios “no hay exclusión alguna, solo una variedad de métodos, según se trate de los que nunca oyeron la Palabra, de los descristianizados o de los creyentes, a los que se debe ayudar para que afinen el oído espiritual y puedan discernir la voz del Buen Pastor”.

Respecto al mundo moderno, D. José María lo describió tanto desde la macroestructura objetiva como del comportamiento colectivo. La macroestructura la describió con dos términos “globalización y neoliberalismo”, que con una pésima gestión han dado lugar a que aún persistan las injusticias y desigualdades en la Tierra.

Sobre el comportamiento de la sociedad, lo centró en la “posmodernidad”, “que no es un fenómeno racionalmente definible como un pensamiento, sino como un talante, como un tono vital. Observamos un individualismo superlativo, junto a la abdicación de la razón, de la ética y de la historia”. Añadió también la visión de otros autores, describiendo el reto que todo esto significa para la evangelización, con una frase de Pablo VI: “El drama de nuestro tiempo es la ruptura entre el Evangelio y la cultura”, aunque la visión positiva surgida del Concilio es que “Hay que asumir los valores de la cultura moderna ya que la Iglesia se enriquece sin duda con estos valores” (GS 44).

Todas estas reflexiones enmarcaron, según el ponente, la necesidad histórica de la convocatoria de un Concilio que aunará la Fe de la Iglesia con la modernidad, como se puso de manifiesto en el interesante debate de los asistentes con que concluyó la sesión.

Reiteramos a todos los hermanos la invitación para las próximas sesiones de este ciclo formativo:

Viernes 28 enero 2011 – 20,30 horas

La Iglesia en sí y frente a la modernidad

Viernes 11 febrero 2011 – 20,30 horas

Un agitado posconcilio y un futuro abierto a la esperanza