La conferencia de Semana Santa pronunciada en la noche del 21 de marzo por Dª Amparo Rodríguez Babío abrió las entrañas históricas y actuales de nuestra fiesta mayor para, señalando sus llagas, ofrecer la esperanza de volver a resituarla en lo esencial.
La disertación, bajo el título «La Semana Santa de nuestro tiempo. Afición frente a devoción. Religiosidad popular frente a liturgia» fue presentada por el sacerdote D. Pablo Colón, quien, amén de recordar al inicio a Adolfo Suárez como figura de la concordia de nuestro país, señaló algunos linderos por los que parece despeñarse nuestra Semana Grande, antes de presentar a la oradora como historiador a y bibliotecaria, escritora y articulista cofradiera.
Amparo Rodríguez, moviéndose siempre en las coordenadas de mujer de nuestro tiempo, comenzó precisando los términos “devoción” y “afición”, y cómo ambos, a veces, se entrecruzan en el ámbito semansantero y han estado presentes en determinada proporción en los cofrades a lo largo de la historia. Precisamente, hizo un recorrido histórico para constatar cómo estas cuestiones ya estaban presente en la Semana Santa de los siglos XVI y XVII, la de los disciplinantes y las Hermandades recorriendo las calles entrecruzándose, que obligó a crear la carrera oficial en 1604.
Aunque los cofrades siempre han tenido “devoción” y “afición” por las cofradías, aludió a la fragilidad de esta Fiesta sagrada, cuya memoria ha pasado de generación en generación en el ámbito de la familia y la Hermandad, pero como en el momento actual, de las nuevas tecnologías, del ritmo vertiginoso de la vida, de lo virtual, parece como elementos superficiales y complementarios toman el protagonismo, sustentado por los modernos medios y técnicas de comunicación de masas, que empujan o alejan la devoción al Señor o a la Virgen al fondo de este “arca del tesoro”.
A pesar de señalar la lejanía o debilidad del sentimiento o vivencia religiosa de muchos elementos cofradieros de nuestro tiempo, Amparo se mostró optimista en que el testimonio callado y ordenado de muchas Hermandades y sus hermanos irán impregnando la “afición” en devoción hacia nuestras imágenes, origen de nuestras Hermandades y de la Semana Santa.
Al final hubo un interesante coloquio entre los hermanos presentes sobre diversos aspectos que preocupan de nuestra Semana Santa, exponiéndose opiniones que aunque diferentes, todas miraban con cariño a la Semana Santa que, un año más, llama a nuestra puerta. Un pescao frito cuaresmal fue el broche de esta agradable noche cofrade en la Hermandad de Santa Marta.