La Iglesia en sí y frente a la modernidad

31 de enero de 2011

La segunda sesión del ciclo formativo sobre el Concilio Vaticano II celebrada el viernes 28 de enero abordó el interesante periodo desde su anuncio en 1959 por el Papa Juan XXIII hasta los grandes mensajes que esta magna asamblea lanzó a la Iglesia y al mundo.

Don José Mª Garrido abundó en que el tema nuclear del Concilio fue la Iglesia: “La Iglesia posee una esencia propia. Pero en esa misma esencia está su misión evangelizadora.”

Añadió que “en uno y otro aspecto cabe la deriva. El Concilio Vaticano II intenta superar la doble deriva del clericalismo y de su ausencia en el mundo, en el que estaba inserta la Iglesia. Intenta el Concilio recuperar la Iglesia normativa, tal como aparece en el Nuevo Testamento, actualizada en la era de la modernidad”.

A cada uno de estos aspecto correspondió una de las grandes constituciones conciliares: a la esencia de la Iglesia en sí se refiere la constitución dogmática Lumen Gentium, y a la misión evangelizadora de la Iglesia en el mundo, la constitución Gaudium et Spes.

Sobre la Lumen Gentium indicó el ponente que “representa un giro creativo en la renovación de la eclesiología y de la vida eclesial”, desgranando sus tres aspectos principales: 1) La Iglesia, pueblo de Dios; 2) Diversidad de carismas; 3) Dinamismo de vida. Pero el documento que alcanzó mayor eco en la sociedad del momento fue la Gaudium et Spes, “que trató de superar la evasión de este mundo por parte de la Iglesia, que mediante esta constitución pasó del anatema al diálogo con el mundo actual”. El profesor Garrido Luceño puso de manifiesto el gran impacto que tuvo esta constitución llevada quizás demasiado lejos en algunos planteamientos y que dío lugar al "agitado postconcilio", tema del que tratará la tercera y última sesión.

El próximo viernes 11 de febrero tendrá lugar dicha sesión de este interesante seminario con la ponencia “Un agitado posconcilio y un futuro abierto a la esperanza”. Esta última jornada el ciclo finalizará con una copa de confraternidad con el ponente y los asistentes. Reiteramos la invitación a todos los hermanos a acercarse a estas sesiones que, al mismo tiempo, son un momento de convivencia  en la Hermandad.