La tramitación del expediente en el Arzobispado de Sevilla para la creación de la hermandad de Santa Marta se resolvió con una inusitada rapidez, en escasos dos días, dada la cercanía de la fiesta de la Santa y el deseo de los hoteleros de celebrar los cultos en su honor constituidos como hermandad, a diferencia de los años 1946 y 47 en que los celebraron en el convento de la Encarnación.
Conformidad del párroco de San Bartolomé
Al día siguiente de la presentación de la instancia, el 20 de julio de 1948 el vicario general ordena que se comunique al Sr. Cura párroco de San Bartolomé “si está dispuesto a recibir en su iglesia a la supradicha Asociación de Santa Marta que desean constituir los hoteleros y similares de esta ciudad”.
Acto seguido, el párroco de San Bartolomé, Rvdo. D. Francisco García Madueño, respondió, por oficio manuscrito firmado el 21 de julio, a la petición de conformidad de recibir en dicha parroquia “a la Hermandad de Santa Marta que tratan de formar en esta ciudad el Gremio de Hoteleros y similares”, argumentando “que no tengo nada que oponer a la recepción en la expresada Hermandad en la iglesia de mi cargo, y que con mucho gusto y deseo del bien de las almas, acogeré a los hermanos de la referida corporación”.
Creación de la hermandad
De esta misma fecha encontramos un nuevo decreto del vicario general en el que da “por recibida la relación de los señores firmantes de la instancia para la constitución de la Hermandad de Santa Marta y la conformidad del Sr. Cura de San Bartolomé”, y añade que “dada la urgencia del caso, ya que desean celebrar este mismo año la fiesta de la Santa titular, en lo que no hay dificultad porque redunda en el mayor bien de las almas y de la religión, póngase decreto de aprobación y erección canónica en la Iglesia de San Bartolomé, nombrando como primera Junta Directiva a los cinco firmantes de la instancia que actuará como Comisión Gestora mientras se llevan a cabo los trámites necesarios para la aprobación de los estatutos”.
Decreto de erección canónica
Y efectivamente de este día, 21 de julio de 1948, es el decreto que aparece a continuación por el que se erige canónicamente en la Parroquia de San Bartolomé la Hermandad de Santa Marta “formada por el Gremio de Hosteleros y Similares”, rubricado por el vicario general del Arzobispado don Tomás Castrillo Aguado y el notario eclesiástico don Magín Elena.
La hermandad estaba oficialmente creada, y este mismo día se distribuyó a todo el gremio de Hostelería un impreso en el que se le invitaba a formar parte de la hermandad y se les informaba cuáles son sus principales fines. Curiosamente, había que indicar si el solicitante pertenecía o no a la hostelería.
A continuación figura en el expediente otra diligencia del notario citado en la que se señala que “con fecha 27 del mismo mes se puso oficio al Rvdo. Sr. Cura Párroco de San Bartolomé comunicándole la erección canónica de la Hermandad y los nombres de los que forman la Comisión Gestora, que son los firmantes de la instancia, que actuará hasta tanto se aprueben los Estatutos, actualmente en trámite y estudio”.
Don Francisco García Madueño
Es digna de resaltar la figura del sacerdote D. Francisco García Madueño (1906-1979), párroco de San Bartolomé entonces, que jugó un papel fundamental en la acogida a la nueva hermandad y en la parte espiritual en todo aquel periodo, primero de gloria y luego de penitencia.
Hombre de gran cultura y formación, doctor en Medicina, fue figura de gran personalidad e importancia en la Iglesia de Sevilla en las décadas de los 40 a 70 del siglo XX. Capellán Real y profesor del seminario, desarrolló una importante labor vocacional a través de la institución «Obviam Christo», que creó y dirigió muchos años para promocionar las vocaciones al sacerdocio entre jóvenes profesionales y estudiantes, siendo un adelantado a su tiempo, por lo que fue puesto como modelo en el Concilio Vaticano II por el cardenal Bueno Monreal.