Las tres fotografías con que concluimos esta serie de comentarios reflejan distintos aspectos de la estancia de la Hermandad de Santa Marta en la Iglesia de San Martín, que se desarrolló entre el 23 de febrero de 1990 y el 1 de diciembre de 2000. Lo que a priori parecía que iba a constituir una época de dificultad y desarraigo para nuestra Hermandad, sin embargo, resultó ser un periodo de notable desarrollo de la vida corporativa y de grato recuerdo por lo agradable de la estancia y las vivencias entrañables compartidas con los hermanos de la Sagrada Lanzada.
La primera fotografía, de Jesús Martín Cartaya, nos muestra la ubicación de las imágenes al poco de instalarnos en dicho templo, en la capilla llamada de la Santa Espina que nos fue asignada, situada a los pies de la nave y frente a la puerta de la plaza de San Martín. El conjunto del Santísimo Cristo de la Caridad, Nuestra Señora de las Penas y San Juan Evangelista fue colocado en el interior de la misma -al modo del altar de Quinario-, y Santa Marta en la inmediata pared exterior derecha sobre un altar provisional formado por una peana de nueva ejecución y un cortinaje rojo y galería dorada. En el centro del altar en la capilla es perceptible la colocación del sagrario de la parroquia (Amat, 1788) y del frontal de plata de dicha capilla (Cayetano González, 1930), ya que toda la parroquia de San Andrés tuvo que ser desalojada de enseres para las obras de restauración. En ese espacio recibieron nuestros sagrados titulares durante diez años la oración de los hermanos y devotos, y todos los martes la celebración del culto semanal, lo que quedó perpetuado en la placa de mármol que quedó allí colocada a nuestro regreso a San Andrés.
También de Martín Cartaya es la segunda imagen, que nos retrotrae a aquellas Semanas Santa de los años 90, en plena esfervecencia ciudadana y cofradiera, que refleja la colocación de los tres pasos de las dos Hermandades, en el fondo de la iglesia, con posterioridad a las respectivas estaciones de penitencia -posiblemente esté tomada un Jueves Santo o Domingo de Resurrección- pues se observan la cera y flores gastada. Una escena ésta de fuerte valor icónico en su momento para ambas corporaciones, por mostrar tanto los diferentes caracteres y estilos artísticos de cada cofradía como la unión y familiaridad existente compartiendo sede y también afanes en el día a día, lo que se visibilizaba especialmente en la confraternidad que existió entre los grupos de priostía de ambas corporaciones, así como en el testimonio permanente de muchos hermanos, destacando el ejemplo de los siempre queridos y recordados Teresa García Chito y Manuel Garrucho Morales (q.e.p.d.).
La tercera instantánea, obra de nuestro querido hermano y gran fotógrafo Joaquín Rodríguez Noguera -cuya amplia obra bien merece nuevas entregas de estos comentarios-, es una imagen de gran simbolismo por reflejar la armonía vivida entre las dos Hermandades en aquellos años. Nos sitúa en un Jueves de Pasión hacia la mitad de la década de 1990, y vemos la imagen del Santísimo Cristo de la Caridad sobre sus parihuelas de traslado colocada delante del paso de Mª Santísima del Buen Fin para la celebración de la misa de juramento de nuevos hermanos y la posterior subida al paso, acto que revestía una asistencia multitudinaria y que obligaba a que gran parte del público permaneciese en la plaza de San Martín incluso dificultando el tráfico rodado.
Fruto de esta unión y generosidad cofradiera que vivimos entres los muros de San Martín fue la concesión de la Medalla de Oro a la Hermandad de la Sagrada Lanzada, que le fue entregada por el arzobispo D. Carlos Amigo Vallejo en el solemne pontificial celebrado en dicho templo el 26 de septiembre de 1999 con motivo de nuestro cincuentenario fundacional.
Diez años inolvidables que se resumen en estas tres fotografías, con cierto halo de nostalgia por lo mucho allí vivido. Como afirmaba el Hermano Mayor N.H.D. Engelberto Salazar Martínez (q.e.p.d.) al convocar al regreso a San Andrés restaurado: “volvemos con la alegría del que ansía la vuelta, pero sabiendo que dejamos atrás una parte de nuestra historia difícil de olvidar y que nos marcará para siempre”. Así fue.
Para saber más
- Boletín de la Hermandad de Santa Marta, nº 24, febrero de 1990, pp. 2, 4: “Las imágenes titulares tienen que ser trasladadas a la iglesia de San Martín”, y 6: “Traslado de nuestras sagradas imágenes” (descargar).
- Boletín de la Hermandad de Santa Marta, nº 56, noviembre de 2000, pp. 39-40: “Solemne traslado de nuestros sagrados titulares a la parroquia de San Andrés” (descargar).
DATOS TÉCNICOS
- Fotografía 1: Las imágenes de la Hermandad de Santa Marta en la iglesia de San Martín.
- Año: 1991-1992 aprox.
- Lugar: Capilla de la Santa Espina, iglesia de San Martín
- Autor: Jesús Martín Cartaya
- Fotografía 2: Pasos de las Hermandades de Santa Marta y la Sagrada Lanzada en la iglesia de San Martín.
- Año: 1991-1992 aprox.
- Lugar: Iglesia de San Martín
- Autor: Jesús Martín Cartaya
- Fotografía 3: El Santísimo Cristo de la Caridad delante del paso de Nuestra Señora del Buen Fin.
- Año: 1994-1995 aprox.
- Lugar: Iglesia de San Martín
- Autor: Joaquín Rodríguez Noguera