El franciscano italiano fray Pierbattista Pizzaballa ha sido designado el 24 de octubre como nuevo Patriarca latino de Jerusalén por el Papa Francisco, tras ocupar el cargo de administrador apostólico del Patriarcado desde 2016. El Patriarca latino, con rango de Arzobispo, es el ordinario para los fieles católicos latinos para Tierra Santa, Israel, Palestina Chipre y Jordania, y tiene su sede en la ciudad vieja de Jerusalén.
Con anterioridad, entre 2004 y 2016 había ejercido ejerció como Custodio de Tierra Santa y Guardián del Monte Sión y del Santísimo Sepulcro. A la finalización de esta misión en la orden franciscana, el 24 de junio de 2016 el Papa Francisco, tras la jubilación del anterior Patriarca, monseñor Fuad Twal, lo nombró arzobispo Titular de Verbe y administrador apostólico, sede vacante, de la diócesis Patriarcal de Jerusalén de los Latinos. El 10 de septiembre, en la catedral de Bérgamo, fue consagrado obispo por el cardenal Leonardo Sandri.
Fray Pierbattista Pizzaballa ha sido un acérrimo defensor de las comunidades cristianas de la zona y ha promovido mensajes de paz y coexistencia entre las distintas religiones representadas en Jerusalén.
El Papa impone el palio al Patriarca Latino de Jerusalén
La mañana del miércoles 28 de octubre, antes de iniciar su audiencia general, el Papa Francisco impuso el palio a Su Beatitud Fray Pierbattista Pizzaballa, O.F.M., nuevo Patriarca Latino de Jerusalén. La ceremonia tuvo lugar en la capilla de la Casa Santa Marta, en el Vaticano, en un rito simple y sobrio pero profundamente simbólico.
A la Hermandad de Santa Marta de Sevilla
Precisamente, Fray Pierbattista Pizzaballa, en su condición de Custodio de Tierra Santa y del Santísimo Sepulcro, aprobó la concesión y firmó la Carta de Hermanamiento concedida a nuestra Hermandad con la Basílica del Santo Sepulcro de Jerusalén, fechada el 17 de septiembre de 2013, y que nos fue entregada en solemne ceremonia el domingo 24 de noviembre siguiente, en la clausura del Año de la Fe, ocasión para la que nos envió el siguiente mensaje:
CUSTODIA TERRAE SANCTAE
Jerusalén, 23 noviembre 2013
—–
A los devotos hermanos y cofrades de la
Real, Muy Ilustre y Venerable Hermandad del Santísimo Sacramento,
Inmaculada Concepción y Ánimas Benditas, y Cofradía de Nazarenos del
Santísimo Cristo de la Caridad en su Traslado al Santo Sepulcro,
Nuestra Señora de las Penas y Santa Marta
La solemne Eucaristía que hoy 24 de noviembre de 2013 estáis celebrando con motivo de la oficial publicación del Hermanamiento que habéis obtenido con la Basílica del Santísimo Sepulcro de Nuestro Señor Jesucristo os debe siempre recordar el gran misterio de nuestra Fe, esto es la Resurrección del Señor.
Movidos por píos deseos, habéis recurrido dos años atrás a la puerta de la fraternidad franciscana de los Hermanos Menores de la Custodia de Tierra Santa, pidiendo la agregación o hermanamiento con la Basílica donde se veneran y custodian el Santo Monte Calvario y el Santísimo Sepulcro de Nuestro Señor Jesucristo. La concesión por parte de nuestra Fraternidad con este Hermanamiento, os da como institución: “el honor de estar asociados en modo particular al lugar donde se conserva la memoria de la Pasión, Muerte y Resurrección del Señor Jesús.”
Llevar como cofrade o hermano las insignias de la memoria de la Pasión dolorosa del Hijo único de Dios, debe incorporar en cada uno de vosotros a una vida en estado de penitencia. ¿Qué significa estado de penitencia? Aquel quién amó sin medida la Pasión del Señor y fue prendado en el propio cuerpo con las Cinco Llagas de la Pasión del Señor, nos da una respuesta. Sí, el Seráfico Padre San Francisco de Asís, nos enseña que hacer penitencia es perdurar en un estado de continua conversión día tras día. Ser cofrade y hermano de un grupo de fieles emparentados particularmente con los Santos Lugares de la Pasión del Señor, es ser un grupo de cristianos de los cuales se siente el calor contagioso de una vida nueva. La conversión cristiana es dejar la vieja vida para tomar una nueva. La novedad de la vida cristiana la habéis tomado en el Bautismo. Ahora como cofrades y hermanos singularmente asociados al misterio del Traslado del Señor al Santo Sepulcro os empeñáis a cumplir algunas condiciones que desean sellar vuestra particular asociación a la misión de la Custodia de Tierra Santa en la preservación, veneración y promoción de los Santo Lugares.
Hermanos queridos de Sevilla, me despido de vosotros, pidiéndoos oración por los frailes de la Custodia de Tierra Santa, por la paz en Medio Oriente, y al mismo tiempo, imploro la intercesión de la Inmaculada Virgen María, Madre de Dios, y del Seráfico Padre San Francisco. Dios todopoderoso los bendiga y los proteja, haga brillar su rostro sobre vosotros, use misericordia y les conceda la paz. Amén.
Fray Pierbattista Pizzaballa, ofm
Guardián del Santo Monte Sión y del Santísimo Sepulcro de N.S.J.C.
Custodio de Tierra Santa
Diploma del hermanamiento con la Custodia de Tierra Santa