Por segundo año consecutivo, la Hermandad no pudo realizar su Estación de Penitencia el Lunes Santo de 2021 debido a la pandemia que estamos viviendo.
El momento histórico actual condiciona el desarrollo cotidiano de la vida y la actividad de la hermandad no escapa de esta situación. Sin embargo, este Lunes Santo pudimos celebrar de forma colectiva los actos programados para un día tan señalado.
El Santísimo Cristo de la Caridad, Nuestra Señora de las Penas y Santa Marta presidían el Altar Mayor de la parroquia de San Andrés en un sencillo altar que permitía rezar con devoción a nuestros titulares.
Se celebraron dos misas, una por la mañana y otra por la tarde con aforo limitado por las circunstancias y retransmitidas por el canal de Youtube de la Hermandad. Al finalizar el día, se celebró el acto penitencial sustitutivo de la Estación de Penitencia como marcan nuestra Reglas que estuvo cargado de emoción y de sentir cofrade.
Durante todo el día el templo parroquial permaneció abierto para facilitar el acceso a la multitud de hermanos, fieles y devotos que quisieron orar, aunque fuese brevemente, ante nuestros titulares.
Durante toda la mañana, se sucedieron las visitas institucionales religiosas y civiles de la ciudad y la comunidad autónoma destacando especialmente la de D. Juan José Asenjo, Arzobispo de Sevilla, acompañado de la Junta Superior del Consejo General de Hermandades y Cofradías de Sevilla. No podemos olvidar, la visita de nuestros queridos hermanos de la Sagrada Lanzada que, como todos los años, quisieron compartir con nosotros unos instantes de oración. También nos vistó la asociación de hostelería de Sevilla, teniendo un recuero especial para D. Juan Robles recientemente fallecido y muy vinculado a nuestra hermandad.
La celebración de la eucaristía matinal tuvo un momento especialmente emotivo al anunciar el Hermano Mayor, a la finalización de la misma, el inicio de los trámites para conceder a N.H.D. José Luis López Naranjo la medalla de oro de nuestra corporación como reconocimiento a su entrega a la hermandad durante toda su vida.
Pasó el Lunes Santo, atípico una vez más, aunque lleno esperanza de que sea el último con esta situación sanitaria y que el próximo podamos realizar nuestra Estación de Penitencia a la Santa Iglesia Catedral.
Por último, encomendamos al Santísimo Cristo de la Caridad el alma de todas las víctimas de esta dolorosa pandemia y a todos nuestros hermanos, fieles y devotos que han sufrido la pérdida de algún familiar o amigo y le pedimos a Nuestra Señora de las Penas que les de fortaleza, esperanza y los acompañe siempre.

