Actos y cultos conmemorativos celebrados en la Parroquia de San Andrés
Con motivo de la concesión del Hermanamiento con la Basílica del Santo Sepulcro de Jerusalén, la Hermandad de Santa Marta ha celebrado el pasado mes de noviembre diversos actos y cultos de carácter extraordinario, destinados a hacer partícipes a sus hermanos y devotos del significado profundo y la rica espiritualidad que supone dicho Hermanamiento. Para ello se escogió la semana previa al domingo 24 de noviembre, solemnidad de Jesucristo, Rey del Universo y clausura del Año de la Fe, para realzar así la culminación de esta convocatoria eclesial, uniéndolo a la memoria de la iglesia “madre” de Jerusalén.
Asimismo, para solemnizar dichos actos se instaló en el presbiterio de la parroquia de San Andrés, sede de dicha Hermandad, un altar extraordinario y excepcional, con el misterio completo que venera esta Hermandad: el Traslado al Sepulcro del Santísimo Cristo de la Caridad acompañado de la Santísima Virgen de las Penas y Santa Marta, amén de los Santos Varones y Mujeres, sobre un amplio cortinaje rojo que hacía destacar la belleza artística y unción religiosa de las imágenes que lo componen, y que convoco durante toda esa semana una incesante cantidad de visitas de fieles a la parroquia para admirarlo.
Se programaron por la Hermandad tres actos conmemorativos, uno primero de recogimiento y oración por Tierra Santa; otro formativo, de divulgación de la peregrinación a los Santos Lugares y de la labor de la Orden Franciscana y de la Custodia de Tierra Santa; y el último y más solemne, celebrativo de la concesión del Hermanamiento en el marco de una Solemne Eucaristía en la clausura del «Año de la Fe». Detallamos ahora los pormenores de cada uno de ellos.
Martes 19 de noviembre. Acto de adoración eucarística y oración por Tierra Santa.
En el marco del culto semanal que la Hermandad celebra todos los martes, se tuvo en el altar mayor de la parroquia un hermoso acto de adoración eucarística y de oración por Tierra Santa. Consistió en el rezo de vísperas ante el Santísimo Sacramento. Los salmos y las lecturas bíblicas se referían a la ciudad santa de Jerusalén como “cuna” de la Fe cristiana, así como rogaban por la paz en aquella tierra tan castigada por las divisiones. Presidió esta oración eucarística, llena de recogimiento y espiritualidad, el Rvdo. Fray Alfonso García Araya, O.F.M., Comisario de Tierra Santa en la Provincia Bética Franciscana.
Viernes 22 de noviembre. “Tierra Santa, el país de Jesús y la cuna de nuestra fe. El hoy y su importancia para el pueblo cristiano”.
Insertado en el ciclo formativo anual de la Hermandad “Cristianismo y Sociedad” se celebró una ponencia-audiovisual bajo este título, a cargo de Dª Mª Mercedes León Blanco, del Equipo de Trabajo de la Comisaría de Tierra Santa, y Fray Alfonso García Araya, O.F.M., Comisario de Tierra Santa en la Bética. Los audiovisuales proyectados mostraron diversos aspectos de la realidad de los PP. Franciscanos en aquellas tierras y los orígenes históricos y la actualidad de la Custodia de Tierra Santa, así como la importancia “central” de la Basílica del Santo Sepulcro de Jerusalén como testimonio perenne de la Muerte y Resurrección del Señor y atracción para los cristianos de todo el orbe, y como todos los santuarios y lugares santos de Israel conforman el llamado “quinto evangelio”.
Domingo 24 de noviembre, Misa solemne de Hermanamiento, en la clausura del Año de la Fe
En la mañana del domingo que cerraba el año litúrgico se celebró la Solemne Eucaristía, que fue presidida por el Rvdo. P. Fray Alfonso García Araya, O.F.M., Vicario de la Provincia Bética Franciscana y Comisario de Tierra Santa en dicha Provincia, y concelebrada por D. Carlos Morón del Valle, Prior de la Orden del Santo Sepulcro y Vicario Parroquial de San Andrés. A la misma asistieron gran cantidad de hermanos de Santa Marta y fieles que llenaban el templo parroquial. Asimismo acudieron representaciones de la Orden del Santo Sepulcro, del Consejo General de HH. y CC., y de Hermandades y grupos de la parroquia de San Andrés Apóstol.
Fray Alfonso García Araya en su elocuente homilía recogió todos los aspectos que se celebraban este domingo, y como todos ellos se dirigían a Jesucristo, Rey del Universo, muerto, sepultado y resucitado en Jerusalén. Con ocasión de la culminación del Año de la Fe, la recitación del Credo fue solemnizada con antífonas cantadas. A su término subieron al presbiterio el Hermano Mayor y el Secretario 1º, quien dio lectura la Carta de Hermanamiento recibida de la Custodia de Tierra Santa fechada el 17 de septiembre pasado, concediendo a la Hermandad de Santa Marta de Sevilla el Hermanamiento con la Basílica del Santo Sepulcro de Jerusalén.
Acto seguido el Comisario en la provincia Bética leyó públicamente, en nombre de la Custodia de Tierra Santa, el Título acreditativo del Hermanamiento con la Basílica del Santo Sepulcro de Jerusalén, e hizo entrega del mismo al Hermano Mayor, el cual lo recogió emocionado entre los aplausos de los presentes.
La solemne celebración, muy cuidada en todos los detalles litúrgicos, cantos, lecturas, moniciones, etc. culminó con la lectura de un Mensaje final enviado ex profeso a “A los devotos hermanos y cofrades” de la Hermandad de Santa Marta para tan histórica jornada por el Rvdmo. P. Pierbattista Pizzaballa, ofm, Guardián del Santo Sepulcro y Custodio de Tierra Santa.
En sus palabras el Padre Custodio nos transmite la rica espiritualidad de aquel lugar sagrado “donde se conserva la memoria de la Pasión, Muerte y Resurrección del Señor Jesús”, y alude al espíritu de penitencia y conversión que debe animar a los cristianos que se asociación particularmente a Tierra Santa. Y concluye el Mensaje, fechado en Jerusalén a 23 de noviembre de 2013, pidiendo oraciones “por los frailes de la Custodia de Tierra Santa y por la paz en Medio Oriente” e impartiéndonos la bendición de San Francisco de Asís.
Concluyó así esta solemne celebración eucarística y con ella los actos extraordinarios que celebró la Hermandad de Santa Marta para conmemorar con todos sus hermanos el Hermanamiento concedido con la Basílica del Santo Sepulcro de Jerusalén. Ad maioren Dei gloriam.