Solemne Triduo en Honor de Nuestra Señora de las Penas

de octubre
h.

Durante los días 21 al 23 de MAYO del presente año de 2020 tendrá lugar en el templo parroquial de San Andrés el anual y SOLEMNE TRIDUO en honor y veneración de

NUESTRA SEÑORA DE LAS PENAS. 

Dará comienzo a las 19,45 horas, con el rezo del Santo Rosario, Ejercicio del Triduo y celebración de la Santa Misa, con predicación a cargo del

Rvdo. Sr. D. ALFREDO MORILLA MARTÍNEZ, Pbro.
Párroco de la de Nuestra Señora del Reposo de Sevilla

El domingo 24 de MAYO, Solemnidad de la Ascensión, a las 12,30 horas de su mañana esta Hermandad celebrará

SOLEMNE FUNCIÓN RELIGIOSA

con predicación a cargo del

Muy Iltre. Sr. D. JESÚS MAYA SÁNCHEZ, Pbro.

Vicario Episcopal de Sevilla zona 1, Canónigo de la Santa Iglesia Catedral y
Párroco de las de San Pedro y San Andrés de Sevilla

En el transcurso de la Función, se realizará el “Acto de Entrega” a la Santísima Virgen, previsto en las Reglas. 

Debido a la limitación de aforo existente en el templo, estos cultos serán retransmitidos en directo por el canal de Youtube  de la Hermandad

María en la Espiritualidad de la Hermandad 

    María ocupa en la Iglesia después de Cristo el lugar más alto y el más cercano a nosotros. María es honrada como verdadera Madre de Dios Redentor y Madre de la Iglesia. Ella es miembro singular del Cuerpo Místico de Cristo y modelo destacadísimo de fe, de caridad y de la perfecta unión con Cristo, María es ejemplo de culto y maestra de espiritualidad y apostolado para cada uno de los cristianos. La piedad hacia la Santísima Virgen es un elemento intrínseco del culto cristiano. Esta piedad se entiende de modo subordinado a la piedad hacia el Salvador y en conexión con ella. La piedad mariana conduce a Cristo, alfa y omega, y promueve una fe adulta. 

    Los hermanos progresarán en su vida de fe con el testimonio de María, mujer creyente que acoge la Palabra de Dios, participa de los misterios de Cristo, en su vida oculta y pública, y está presente en la Iglesia desde el comienzo, como Madre y Modelo, bajo la acción del Espíritu Santo. 

    La piedad mariana de los hermanos les impulsará a imitar a María asumiendo la Cruz de Cristo al igual que Ella lo hiciera desde la infancia de Jesús, y viviendo los misterios del Señor. La identificación con María, llena de gracia, será plena viviendo la amistad con Dios y la filiación adoptiva en plenitud. María constituye para todos los hermanos el modelo de vida al que imitarán para conformarse mejor a Cristo. 

    La devoción a la Madre de Dios y de la Iglesia será inseparable de un creciente conocimiento del misterio de María en el plan de la salvación, promoverá una especial conexión de la vida ordinaria con los misterios marianos que celebra la liturgia de la Iglesia, y afianzará una viva piedad mariana en el seno de la familia, en la educación de los hijos y en la vida de la Hermandad. Igualmente impulsará a la adhesión total y responsable a la voluntad de Dios, a conocerla mejor en oración y estudio, descubriendo en María el modelo perfecto y actual de los discípulos de Cristo y a desarrollar un culto mariano que promueva la fe en Jesucristo y el honor debido a Dios. 

(Introducción a las Reglas. Espritualidad de la Hermandad)