El sábado 23 de abril la Hermandad de Santa Marta acudirá en peregrinación a la Basílica de Nuestro Padre Jesús del Gran Poder con motivo del año Santo de la Misericordia, al ser este templo de tan querida Hermandad uno de los Jubilares de la Archidiócesis de Sevilla.
Este día, a las 13,15 del mediodía, celebraremos la Santa Misa por las intenciones de nuestra Hermandad y sus hermanos, que será presidida por el Rvdo. P. D. Fernando Báñez Martín, S.D.B., Director del Colegio Salesiano de Triana, pudiéndose ganar la Indulgencia Plenaria de este Año Santo, en las condiciones habituales que concede la Penitenciaría Apostólica por mandato del Santo Padre (confesión sacramental, comunión eucarística y oración por las intenciones del Papa.
A esta celebración jubilar están convocados e invitados todos los hermanos de Santa Marta, siendo la cita en la misma Basílica. Asimismo, nos acompañará el grupo parroquial de “Vida Ascendente”, así como los miembros de la Asociación “Alameda para los Mayores”, con la que colabora desde hace años la Diputación de Caridad de nuestra Hermandad.
Para poder cumplir una de las condiciones requeridas para alcanzar el Jubileo, desde las 12 de la mañana de ese día habrá confesores disponibles para el Sacramento de la Reconciliación en la Basílica del Gran Poder.
En el transcurso de la Santa Misa se realizará una colecta y ofrenda que irá destinada al Gesto Social del Jubileo, que es el Centro Diocesano de Empleo que gestiona Cáritas Diocesana en el barrio de Palmete.
Al término de la celebración compartiremos una copa de confraternidad. Los hermanos interesados en asistir pueden contactar con anterioridad con cualquier miembro de la Junta de Gobierno.
Culto preparatorio de la peregrinación
El martes anterior, 19 de abril, nuestro Culto semanal, que celebramos a las 20,30 horas tendrá el carácter de preparatorio de esta Peregrinación, conforme a las indicaciones dadas por la Archidiócesis de Sevilla. Será presidido, como es habitual, por nuestro Párroco, Rvdo. Sr. D. Jesús Maya Sánchez.
El Año Santo de la Misericordia
Convocado por el Papa Francisco por la bula “Misericordiae Vultus” bajo el lema “Misericordiosos como el Padre”, como una “experiencia viva de la cercanía del Padre, como si se quisiese tocar con la mano su ternura, para que se fortalezca la fe de cada creyente y, así, el testimonio de todos sea cada vez más eficaz”, este Año Santo extraordinario fue abierto en Roma el pasado 8 de diciembre, solemnidad de la Inmaculada Concepción, en el cincuenta aniversario de la clausura del Concilio Vaticano II, y será clausurado el 20 de noviembre de este año, solemnidad de Jesucristo, Rey del Universo.
Entre sus principales motivaciones está que los cristianos fijemos los ojos en Jesucristo para que seamos signos de la misericordia del Padre; además es una llamada fuerte a la conversión, recuperando ese deseo de convertirnos al Padre, de recuperar el sacramento de la confesión y, así, experimentar la misericordia del Padre hacia nosotros. También es una llamada a redescubrir las obras de misericordia; al vivirlas y tenerlas en cuenta estaremos siendo misericordiosos.
¿Cómo se gana la indulgencia?
Para ganar una indulgencia plenaria, en año normal o en Año Santo, se deben siempre cumplir con unos requisitos, a saber:
- La peregrinación al templo jubilar.
- La Confesión Sacramental. Hacer una confesión profunda. La confesión puede hacerse el mismo día que se quiere ganar la indulgencia o bien, como se dijo: 8 días antes o bien, 8 días después.
- La Comunión Eucarística. Esta debe llevarse a cabo el mismo día en que quiera ganarse la indulgencia.
- La oración por las intenciones del Papa: Debes rezar un Padre Nuestro, una Ave María y un Gloria, y ofrecer estas oraciones por las intenciones del Papa.
Gesto diocesano de la Misericordia
Vivir la Misericordia de Dios debe ser tangible, real y concreto. Nuestra vida será para muchos el único evangelio que puedan conocer, y hemos de vivirla desde la verdad, con ternura y misericordia. Para ello, la Iglesia va a cuidar este año especialmente este último aspecto.
Por este motivo, y para vivir con intensidad y de una forma real este Año Jubilar, el Papa Francisco ha realizado también un llamamiento muy concreto a los obispos y sacerdotes con respecto a la materialización de la vivencia de la misericordia. Les ha pedido que, durante este tiempo de gracia, realicen algún gesto, hito, acontecimiento, acto… que muestre la misericordia de Dios. ¿Para qué? Para hacer cercano el amor que Dios tiene por sus hijos. Para seguir siendo instrumento de su misericordia, de su Palabra.
Nuestro arzobispo, Don Juan José Asenjo, tras una profunda reflexión acerca del tema pensó que más que un gesto puntual, algo que pudiera quedarse en un momento efímero, lo mejor sería iniciar un proyecto de misericordia que atendiese de forma concreta necesidades reales y tangibles en nuestra sociedad. Y delegando la idea en el Consejo Episcopal y a los demás Consejos Diocesanos, se creyó que la iniciativa tenía que ir por la creación de un Centro Diocesano de Empleo.
El Centro está encaminado a trabajar la inserción socio-laboral de los colectivos más vulnerables de la Diócesis de Sevilla. De esta forma, estará al servicio exclusivo de las Cáritas Parroquiales y Proyectos Específicos propios de Cáritas Sevilla.
Tendrá sede en un edificio propiedad del Cabildo Catedral de Sevilla sito en la barriada de Palmete, previa adecuación y acondicionamiento del mismo. Allí se desarrollarán las actividades propias de un centro de estas características. El Centro Diocesano de Empleo trabajará la inserción socio-laboral a través de tres campos: la orientación laboral, la formación y el empleo.