La «Puerta» de la Fe
Con este título ha publicado el Papa Benedicto XVI una Carta Apostólica por la que convoca un «Año de la Fe» para toda la Iglesia, que comprenderá desde octubre de 2012 hasta noviembre de 2013. Y bajo esta invocación y con el espíritu de dicho documento, una nueva Junta de Gobierno que me honro en presidir ha iniciado recientemente la responsabilidad de dirigir la vida de nuestra Hermandad, con las premisas de animar la participación de todos los hermanos en los fines y actividades que nuestras Reglas señalan, y que todo lo que realicemos en ella sea siempre motivo de acercamiento a la persona y el mensaje de Jesucristo.
La Hermandad puede y debe ser, a su modo, la «Puerta de la Fe» para muchas personas que a través de ella se acercan al misterio de Dios por medio de nuestros Sagradas Imágenes y de nuestras expresiones cultuales y cofradieras; que al atravesar su umbral puedan percibir el amor de los hermanos como reflejo de la entrega de Jesús en la Eucaristía, nuestro principal Titular. Por ello quisiera pedir a nuestros hermanos que no se queden en las inmediaciones de nuestra «Puerta», en los alrededores, sin penetrar en su interior, sino que la crucen y se adentren en nuestro cauce de vida cristiana centrada en el Culto, la Caridad y la Formación, llena de devoción sentida y compartida hacia nuestros Titulares, y expresada en la confraternidad cofrade de la Hermandad de Santa Marta. Todos tenemos un sitio en nuestra Parroquia, en nuestra Capilla y en nuestra Casa.
El compromiso claro de esta Junta de Gobierno es incentivar al máximo todas las facetas que conforman nuestra Hermandad Sacramental y Cofradía de Nazarenos, y en ello irá nuestro esfuerzo y entrega: en atender las distintas parcelas de nuestra actividad cofradiera con la mayor dignidad, siguiendo la tradición de nuestra Hermandad y atentos al momento actual de la Iglesia y de la sociedad. Para ello necesitamos contar con los hermanos, que participen de este espíritu de servicio a la Hermandad, porque con la aportación de muchos podremos alcanzar importantes metas espirituales y materiales.
Quiero destacar dos aspectos de nuestra Hermandad que a todos nos conciernen. Uno es el culto de los martes, cita antigua y tradicional, nuestro encuentro semanal de oración, de escucha de la Palabra de Dios y de la fraterna y cordial convivencia posterior, que congrega a un asiduo y constante grupo de hermanos, martes a martes, pero que puede aumentar en asistencia para que sea el auténtico momento de unión de todos los cofrades de Santa Marta. Otra cuestión primordial es la labor de la Diputación de Caridad, siempre activa y entregada, y que en las circunstancias actuales merece todo nuestro apoyo y un mayor compromiso en las actividades que se programan, tanto en el respaldo económico como en la implicación como voluntarios en los distintos proyectos en marcha o de futuro. Entre ellos destacaría la atención primordial a las necesidades de nuestros hermanos que lo están pasando mal en esta situación de crisis económica, a los que desde aquí les ofrecemos toda nuestra ayuda como Hermandad. Basta, simplemente, con que todos recordemos nuestro lema: «Charitas Christi urget nos».Nos encontramos en el inicio de una nueva Cuaresma, con la hermosa carga espiritual y de vivencias que, año tras año, nos ofrece la Hermandad de Santa Marta. Se acercan citas y fechas entrañables que todos llevamos grabadas en el corazón, que deben ser, sobre todo, un tiempo de acercamiento a nuestro Santísimo Cristo de la Caridad, que nos tiende más si cabe su mano derecha señalándonos el camino hacia la Pascua. En este boletín encontrareis con detalle todos los cultos y actos que celebraremos en las próximas semanas, preparados con esmero por la Junta de Gobierno: Quinario, Vía Crucis, Meditación, Besapiés, Traslado,… con la idea de que vayan disponiendo nuestro espíritu y nuestro cuerpo para el Lunes Santo, seis días antes de la Pascua –como dice el evangelio de esta jornada- en que Jesús fue ungido con perfume en Betania, como un anticipo del amor y belleza con que le acompañamos en nuestra Estación de Penitencia a la Santa Iglesia Catedral.
Después, la Cofradía se recogerá entre la emoción y la devoción de toda Sevilla y la Hermandad volverá a su cotidianeidad. Guardaremos las túnicas, desmontaremos el paso, regresarán las Imágenes a sus altares, pero la llama de cada martes permanecerá encendida en el corazón de muchos hermanos. Quisiera que tú, querido hermano, también pensaras en atravesar la «Puerta» de la Hermandad y alcanzar la paz de nuestra Capilla -no olvidemos que el Santísimo Cristo de la Caridad, Nuestra Señora de las Penas y Santa Marta están allí todo el año, esperándonos- y el calor de hogar de nuestra Casa, que procuramos que sea cada vez más como la de Betania. Porque, como afirma la Carta a que me refería al inicio de estas líneas: “Atravesar esa «Puerta» supone emprender un camino que dura toda la vida”; la fructífera vida de la Hermandad y en la Hermandad que deseo que compartamos todos.