Anunciamos tu muerte, proclamamos tu resurrección
Explicaba el ponente en la segunda sesión del Aula de Formación Permanente del ciclo “Por tu Palabra echaré las redes”, cómo todo el contenido de los Evangelios, y aún de la Biblia entera, tiene como único objetivo el anunciar a Jesús, su persona, sus hechos y sus palabras. Todo el lenguaje humano de los autores, las parábolas, los distintos libros y géneros literarios, son medios para llevar a cada generación de creyentes la reflexión de Fe de los primeros cristianos sobre Jesús de Nazaret, aquellos que escribieron sobre lo que habían vivido apenas unas décadas antes.
En el arranque de una nueva Cuaresma, Semana Santa, y Pascua de Resurrección, conviene dejar claro que el anuncio de Jesucristo, la Palabra encarnada de Dios Padre, es misión fundamental de cada cristiano, de la Iglesia, y tarea primordial de las Hermandades y Cofradías. Al llevar a nuestros hermanos todos los cultos y actos que, un año más, nos congregarán alrededor del Santísimo Cristo de la Caridad no podemos olvidar que todo cuanto hacemos en la Hermandad: cultos, estación de penitencia, caridad, formación, actividades con jóvenes y niños… debe ser un anuncio cordial y bello, a nuestra manera, del mensaje de Jesús. Con claridad, tenemos que repetir unos a otros con San Pablo el anuncio explícito de la salvación, aún en esta sociedad globalizada y secularizada del siglo XXI: “Les transmití, en primer lugar, lo que a mi vez recibí: que Cristo murió por nuestros pecados, según las Escrituras; fue sepultado, y que resucitó al tercer día, según las Escrituras; y que se apareció a Cefas y luego a los Doce” (1 Cor. 15, 3-5).
La Hermandad debe ser un espacio privilegiado para el anuncio de Jesucristo a sus hermanos y devotos, como bien lo define de manera sencilla una proposición del pasado Sínodo: “lugares para promover el encuentro personal y comunitario con Cristo, para experimentar la riqueza de la liturgia, para proporcionar una educación cristiana inicial y permanente, y para educar a todos los fieles en la fraternidad y la caridad, especialmente con los pobres”. Pero, también nos interpela el mismo Apóstol, como si nos conociera: “¿cómo lo invocarán si no han creído en él? ¿Cómo creerán si no han oído hablar de él? ¿Cómo oirán si nadie les anuncia?” (Rm 10, 14-15). Está clara cuál es nuestra misión y, al mismo tiempo, nuestro reto.
Al encontrarnos en pleno «Año de la Fe», que es compromiso sobre todo para los que la hemos recibido, sobre cómo la vivimos y la transmitimos a los demás, el anuncio de Jesús de Nazaret es al mismo tiempo llamada y convocatoria a todos los hermanos, aún a los menos asiduos o alejados, para vivir y expresar la Fe alrededor de nuestra Parroquia, Capilla o Casa de Hermandad. La Hermandad está realizando en los últimos años un gran esfuerzo en comunicación, para acercar su realidad a sus hermanos con los medios de hoy, con el objetivo, sobre todo, de que puedan sentirse atraídos a participar de cualquiera de los muchos momentos de celebración, formación cristiana o convivencia humana, que de todo hay en nuestra vida cofrade.
Ojalá seamos muchos hermanos de Santa Marta los que vivamos unidos en oración y fraternidad una intensa Cuaresma y una espléndida Semana Santa, y podamos decir en el glorioso tiempo pascual, hacia el final del curso, con los cultos a Nuestra Señora de las Penas y al Santísimo Sacramento: “Ven Señor Jesús”.