El 28 de marzo se cumplen 70 años de la bendición de la imagen del Santísimo Cristo de la Caridad, del resto de imágenes del misterio y del paso procesional. Especial relevancia tiene esta efeméride en este año que celebramos el 75 aniversario fundacional de
En la mañana del Sábado de Pasión de 1953, el Cardenal D. Pedro Segura y Sáenz presidió la bendición de las Sagradas Imágenes del Santísimo Cristo de la Caridad, Nuestra Señora de las Penas y demás del Misterio del Traslado al Sepulcro realizadas por Luis Ortega Bru, además del paso procesional de la nueva Cofradía.
Nuestro querido y recordado hermano D. José Luis Ruiz Muñoz escribió un relato pormenorizado del acto en el boletín n.º 8 publicado en febrero de 1980 y que se transcribe a continuación por su interés. Acompañan al texto una fotografía del acto y la reseña aparecida al día siguiente en la prensa local.
Al aire de mis recuerdos
N.H.D. José Luis Ruiz Muñoz
Aquella mañana, el templo de S. Andrés, estaba materialmente atestado de fieles. Esperábamos ansiosamente la llegada de Su Eminencia Reverendísima el Cardenal Segura, para la bendición de nuestros Sagrados Titulares, colocados ya en el paso, para hacer su primera estación de penitencia.
A las puertas del Templo, esperaron la llegada del Sr. Cardenal, el Iltmo. Sr. Vicario don Tomás Castrillo Aguado (q. .e p. d.). Una representación del Cabildo Catedral y otra de Capellanes reales con el Secretario de la Cámara del Arzobispado, D. Benito Muñoz de Morales; la Mesa de la Hermandad y los miembros de la Junta de Gobierno, presidida por su Hermano Mayor, D. Carlos Raynaud Ricca (q. e. p. d.) y Mayordomo D. José Luis Ruiz Muñoz, con el Director Espiritual Rvdo. don Francisco García Madueño, y demás elementos de la misma con varas.
Antes de la llegada de S. E. lo hizo el Alcalde de la ciudad, Sr. Marqués de Contadero (q. e. p. d.), con los Tenientes de alcalde de Cofradías, D. Juan del Cid Calonge y de Festejos D. Manuel de las Heras, y por último representaciones de Cofradías sevillanas.
Una vez llegado al Templo y recibido en las puertas del mismo como ya he dicho previamente, fue acompañado por todos hasta el Sagrario, donde S. E. oró breves momentos, trasladándose al Altar Mayor y ocupando su sitial, asistido por el Iltmo. Sr. Vicario y Capitulares, comenzando acto seguido la ceremonia para la bendición de las Imágenes.
S. E. se revistió de pontifical. Actuó la Escolanía de Ntra. Sra. de los Reyes – bajo la Dirección del Sr. Urcelay- que interpretó escogidas composiciones.
Antes de la bendición del «paso» el señor Cardenal pronunció las siguientes palabras:
«Venerable Hermandad de Santa Marta. Amadísimos hermanos e hijos.
La asistencia extraordinaria a la bendición del «paso» que inaugura este año la Hermandad de Santa Marta, bien claramente demuestra el interés que tiene este nuevo «paso» en esta ciudad, donde los hay tan distinguidos y tan eximios.
La Hermandad de Santa Marta, de tan reciente creación, ha adquirido un ambiente extraordinario por su señalado espíritu de caridad.
Hace muchos años que profeso personalmente una gran devoción a Santa Marta.
En uno de los viajes que tenía que hacer frecuentemente a Roma, se detuvo el tren varias horas en la estación de Tarascón (de Francia); vi frente a la estación una bella Capilla moderna y fui a hacer una visita al Santísimo. -Entro en la Iglesia y encuentro un magnífico mausoleo que pone esta inscripción – . «Marta nom Turbata» (Marta no turbada).
Pregunté al Sacerdote encargado de laCapilla y me refirió la devoción grandísima que se tenía en toda aquella región a Marta, la hermana de María y Lázaro, cuyos restos allí reposaban. Allí en aquella ciudad pasó sus últimos años y allí se conserva su recuerdo y su veneración. Este hecho vino a evocar en mí la memoria evangélica de Santa Marta, tan significativa, tan necesaria en nuestros tiempos, en los cuales el mundo adolece del vicio del egoísmo contrario radicalmente a la caridad.
Por esto, cuando recibí noticias de que se trataba de fundar una Hermandad de Santa Marta en Sevilla, no solo no puse dificultad alguna, sino que, muy al contrario, mostré mi satisfacción, satisfacción que fue en aumento desde el primer momento de la creación de la Hermandad que dio señales de una vida próspera dedicada a la caridad.
Por esto repito, al recibir ahora la invitación para bendecir el «paso» del traslado del cuerpo muerto de Jesús, desde la Cruz al Sepulcro, sentí una gran complacencia y merced a la deferencia y delicadeza del Sr. Capitán General del Aire, ya que pude ver el «paso» casi terminado en su palacio.
Es indiscutiblemente un acierto artístico este «paso», que figurará dignamente al lado de los demás «pasos» de nuestra Semana Santa, pero sobre todo es un acierto de piedad. Está tan admirablemente reflejada la escena del traslado del cuerpo muerto de Jesús al Sepulcro, que no dudo ha de producir honda emoción en todos los fieles que el Lunes Santo acudan a presenciar el desfile del «paso» por las calles de Sevilla.
Felicitamos pues, a la Cofradía de Santa Marta y me felicito de que haya un nuevo ›paso» en esta ciudad, en la que tanto bien espiritual hacen los «pasos» todos del Señor y de la Santísima Virgen en su desfile por las calles de nuestra Sevilla.
Vamos pues a proceder a su bendición, agregando algún otro acto de piedad, para terminar esta función religiosa, concediendo a los asistentes a este acto, 300 días de indulgencias».
Una vez finalizadas sus palabras, S. E. Reverendísima procedió a la bendición de las Imágenes. Y a continuación se cantó Salve Solemne y su S. E. R. antes de abandonar el Templo volvió al Sagrario, siendo despedido con iguales muestras de respeto y adhesión que a su llegada.
Hasta aquí, querido hermano en Cristo, tienes concretado lo que sucedió aquella mañana del 28 de marzo de 1953. Fue, que duda cabe, un hermoso día para aquellos que tuvimos la dicha de asistir al solemne acto.
Así es que, al aire de mis recuerdos, he querido informarte de un hecho más, que conforma la historia actual de nuestra querida Hermandad. Hace ya 25 años de ese feliz evento, pero seguramente tú, no lo conocías en detalle, y para eso solo exclusivamente para eso, mi misión es desempolvar una serie de detalles, de pequeñas cosas, que tu ignoras. Ya que yo, como cronista de la Hermandad tuve la inmensa suerte de presenciarlas, quiero compartir con vosotros, el conocimiento de todo eso que pasó hace ya muchos años.
Con ello, creo sin miedo a equivocarme, que os doy base para sentirse satisfecho y orgulloso de conocer desde su fundación, lo que fue la Hermandad, lo que es ahora, y lo que tiene que ser TU Hermandad.
Si lo consigo, me consideraré muy feliz de haber llevado a cabo esta misión.
